El llamamiento desesperado de los trabajadores de Adislan comienza a inundar las redes sociales
Dos meses se cumplen desde que Adislan dejó de pagar a sus trabajadores. Lo único que han recibido durante este tiempo es la promesa del consabido "mañana cobran". Luzma Hernández Moya, en este vídeo publicado en las redes sociales, describe la situación de sus compañeros. En el interior, una emotiva carta de @paolasuomi, la hermana de una usuaria del servicio.
Dos meses se cumplen desde que Adislan dejó de pagar a sus trabajadores. Lo único que han recibido durante este tiempo es la promesa del consabido "mañana cobran". Luzma Hernández Moya, en este vídeo, describe la situación de sus compañeros. No atienden, ni tienen por qué atender, a quién es el culpable de la situación, si la empresa que les contrató, Adislan, o el Cabildo que, a su vez, hizo algo muy lejano a un contrato con Adislan para que atendiera a las personas con necesidades especiales. Y de ahí, de hace años, vienen los males.
Pero la actualidad es la que es: un buen número de trabajadores sin percibir ya el salario de dos meses. Un tiempo en el que, como expresa Luzma, deben seguir pagando alquileres, hipotecas, agua, luz, coche....y la cesta de la compra. Porque siguen comiendo cada día. Aunque quizá tampoco en todos los casos: la trabajadora afirma en su llamamiento que hay familias con serios problemas económicos que ya se han visto obligados a pedir ayuda a familiares.
Mientras, la situación no parece lejana a resolverse. Al menos de modo provisional. Un parche, que se diría en estos casos. La consejera de Servicios Sociales del Cabildo de Lanzarote, Isabel Martín Tenorio, ha sido clara en todo momento: es una cuestión que tiene que ver con la Intervención del Cabildo. El departamento que vela porque todo lo que tenga que ver con el dinero que mueve la primera corporación de la isla se haga acorde a la Ley.
Hasta el momento, pese a no existir vínculo contractual entre el Cabildo y Adislan -así parecían hacerse las cosas en tiempos de Pedro San Ginés en la presidencia- se venían pagando las facturas tras la justificación de los servicios correspondientes. Pero se ha dejado de hacer. Algo ha detectado Intervención. Y, mientras se resuelve, los trabajadores son los afectados porque la empresa parece no tener músculo económico para aguantar este tiempo sin ingresar.
Además de la solución parcial, desde el Cabildo de Lanzarote se está trabajando ya en el pliego de condiciones que regule la prestación de este servicio, que será ofertado a las empresas que quieran hacerse cargo de él tan pronto esté culminado.
La carta de @paulasuomi
Además del vídeo que apoya esta noticia, la usuaria @paulasuomi ha publicado un escrito en las redes sociales que reproducimos a continuación:
"Estimad@s polític@s de la isla de Lanzarote. Me dirijo a ustedes para mostrar mi pesar por la situación que está viviendo en estos momentos la Asociación de Discapacitados de Lanzarote (Adislan). Sé bien (que) las cuestiones burocráticas son las que son, los plazos no se pueden acortar al antojo de quien más rapidez, y muchas cuestiones no están solo en sus manos y las del equipo de Gobierno. Pero no les escribo esto con la intención de crear “enemistades entre ambas partes, quiero hacer llegar mi sentimiento de desamparo, pues yo pertenezco a este colectivo.
En dicho centro acude mi hermana desde hace 6 años aproximadamente. Ir cada día a él no es solo una manera de ocupar las horas y “liberarnos” a nosotros, los familiares, del tiempo de cuidado que tenemos que dedicarle, es un pequeño motor en su vida.
Es una terapia que va mucho más allá de entretenerles y enseñarles algo de independencia para su día a día. Ella ha forjado grandes vínculos de confianza con sus monitores y responsables, que se han convertido en sus referentes. En las horas que pasa allí, ella construye cada uno de los cimientos que le serán necesarios para el día en que alguno de mis padres (o yo) falte, pues, lamentablemente, es el ciclo de la vida y no siempre vamos a poder estar a su lado.
Y esta es una de las grandes razones por las cuales nosotros, como familiares, nos sentimos tremendamente tranquilos al saber que hemos encontrado en Adislan, una familia en quien confiar a nuestro tesoro. Pues con los ojos cerrados, y poniendo la mano en el fuego, podemos decir que allí todas las personas que acuden al centro, reciben un trato multidisciplinar por parte de profesionales de distintos ámbitos, con una amplia variedad de actividades que le ayudan a ser parte de la sociedad y no sentirse tan “distintos”.
Personas que, ante cualquier problema, no teniendo este que ver con nuestro familiar, cualquier asunto que ocurre dentro de nuestras casas, nos apoyan y facilitan la ayuda que sea necesaria. Personas que les enseñan y hacen creer que la frase “eres capaz de cualquier cosa”, es totalmente cierta, pues consiguen que una persona en silla de ruedas sea capaz de levantarse y con ayuda de apoyos camine 3 metros, pero es que esos eternos 3 metros, son años de vida y salud para ella (y sí, esta persona es mi hermana). No somos un colectivo de personas con discapacidad, somos una FAMILIA.
Y repito, sin esos profesionales la asociación no se mantiene y ellos también viven ahora una situación desesperante. Si no tienen cómo pagar la gasolina para llegar al centro, ¿qué le espera a mi hermana cuando llegue a las 9.00 de la mañana? Esta es la razón por la que me dirijo a ustedes, para que puedan entender cuán de importante es esta asociación para mí y el trabajo que hacen. Esperando, por favor, cualquier decisión que tomen, lo hagan pensando no tanto en el bien económico sino en el de todos estos jóvenes.
Ellos no exigen absolutamente nada de ustedes, que menos podemos hacer nosotros que ayudarles a que su calidad de vida y felicidad siga siendo la que han tenido hasta ahora."