CRISIS SANITARIA

Indignación y hastío ciudadano e institucional frente a la prolongación del Nivel 4

La decisión del Gobierno de Canarias de prolongar al Nivel 4 en Lanzarote y La Graciosa hasta el 4 de marzo ha hecho saltar las primeras protestas en la isla. Este lunes el Consejo de Gobierno vuelve a revisar los niveles. La realidad hospitalaria, clave para descender al Nivel 3.

Indignación y hastío ciudadano e institucional frente a la prolongación del Nivel 4

El Consejo de Gobierno extraordinario que se celebrará mañana lunes, para aprobar el decreto de ayudas directas a las pymes, analizará la situación de la pandemia de coronavirus en Canarias, como hace cada vez que se reúne el Ejecutivo, ha señalado su presidente, Ángel Víctor Torres.

En declaraciones a los periodistas, Torres, en cualquier caso, ha insistido en que los cambios de los niveles de alerta en las distintas islas no obedecen a una cuestión subjetiva, sino a unos parámetros que se deben cumplir y a los números, que son objetivos.

Ante la protesta de la Cámara de Comercio de Lanzarote porque se mantenga aún esa isla en nivel 4, el más alto, ha reconocido que ha mejorado la situación, al igual que en el resto de islas, aunque con ligeros aumentos en algunas, y que Canarias sigue siendo de las comunidades con datos de contagios más favorables en España y también respecto a Europa.

Torres ha recalcado que la decisión de que se suba o se baje de nivel no depende del presidente del Gobierno canario, así como que en el archipiélago la evolución de la pandemia es buena. 

Además de la Cámara, también han alzado la voz numerosos ciudadanos a través de las redes sociales. Hastío e indignación por la duración en el tiempo de las medidas más severas del Archipiélago, que han encontrado eco también en el alcalde de Teguise y parlamentario regional, Oswaldo Betancort, quien se lo planteó al consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, aprovechando una comparecencia sobre las vacunas.

La miradas, en el Molina Orosa

La atención de la opinión pública está fijada en el Hospital General Dr. José Molina Orosa. En efecto, como apunta el presidente del Goobierno, Ángel Víctor Torres, los datos que hacen subir o bajar de nivel responden a unos parámetros objetivos: cifras, datos, porcentajes entre los que figuran el nivel de saturación de las unidades de cuidados intensivos de los centros hospitalarios.

En este sentido, el Hospital General Dr. José Molina Orosa, en circunstancias de normalidad, sólo dispone de 10 plazas UCI para una población, recordemos, de más de 150.000 habitantes. Sin contar la flotante que, en los mejores tiempos turísticos pude incrementar en aproximadamente 50.000 personas más ese número.

La gerencia hospitalaria ha hecho malabarismos para habilitar nuevos espacios que han posibilitado aumentar hasta medio centenar las plazas para enfermos críticos...pero a costa de otros servicios del propio hospital y de mermar la asistencia a otros ciudadanos. 

En estos tiempos de pandemia, en la que no dejamos de preguntarnos acerca de las enseñanzas recibidas ante tan dura prueba, probablemente en la isla una de esas enseñanzas es que precisamos de un hospital de referencia acorde a la realidad insular. Como en tantas otras cosas, demasiados años sin actualizarnos.

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