Javier y su familia lo perdieron todo: 'Cuando el volcán se llevó mi casa fue cuando por fin respiré'
Reflejo de otras tantas personas y familias que arrastran el dolor de haber enterrado parte de su vida, Javier Cruz habla en Biosfera Televisión de su experiencia: "Llegas, y en 45 minutos tienes que coger todo lo que has tenido en tu vida".
Javier Cruz lo perdió todo por culpa de la erupción del Volcán Cumbre Vieja, en La Palma. Reflejo de otras tantas personas y familias que arrastran el dolor de haber dejado enterrada parte de su vida, el joven habla en Biosfera Televisión de su experiencia, y explica cómo lo están pasando aquellos que como él, han dejado atrás su hogar y su trabajo, y quienes continúan con la incerditumbre de si la lava sepultará o no sus casas.
Javier vivivía con sus padres y sus hermanos, cerca de ellos sus abuelos, quienes además tenían plataneras y fincas cercanas. El volcán arrasó con todo. "Esa misma tarde, al terminar de almorzar, sentí el primer temblor, escuché un zumbido y, de repente, vi el humo y me di cuenta de que el volcán había entrado en erupción, y llamé corriendo muy nervioso a mi hermano". Así narra el joven el momento en que empezó el trágico episodio.
"La casa era nuestra vida, la vida y el trabajo de mis abuelos, de mis padres"
A pesar de lo sucedido, dentro de la tragedia, la suerte acompañó a Javier y a su familia: "Por ese lado somos unos afortunados. Aunque sea pudimos coger ropa, recuerdos, y algún mueble". A pesar de esto, no puede evitar emocionarse al recordar esos momentos: "Llegas, y en 45 minutos tienes que coger todo lo que te quieras llevar, todo lo que has tenido en tu vida... Es muy fuerte".
Tanto el padre de Javier, que trabajaba en un ayuntamiento, como su hermano, que lo hacía en una finca, han perdido sus empleos. "El volcán arrasó también con los lugares donde trabajaba mi familia". En lo que respecta a las ayudas, Javier asegura que las cosas son complicadas y que espera que lleguen pronto: "Hemos arreglado los papeles, pero esto va muy lento, son muchas personas y muchos trámites. Nos dicen que tenenemos que tener paciencia y que las ayudas llegarán".
"Mucha gente dice que son cosas materiales, pero para mi algo material es un móvil, un coche, la ropa, pero no una casa, la casa era nuestra vida, la vida y el trabajo de mis abuelos, de mis padres...".
Javier también se hizo eco de aquellas familias que siguen con la incertidumbre de si su hogar será o no devorado por el volcán: "Se mantienen todo el día pendientes de si su hogar sigue ahí... Yo, aunque duela decirlo, no dormí tranquilo ni respiré hasta el día en que el volcán se llevó nuestra casa. Ahí ya me dije a mí mismo, ya está, ya no hay más nada".