Leandro Perdomo en Bélgica

Leandro Perdomo en Bélgica

Lunes, 30 de enero. El escritor Leandro Perdomo Spínola (1921-1993) regresa a Bélgica de la mano del Instituto Cervantes y el Ayuntamiento de Teguise. Una exposición y una conferencia: bohemia, minas y un periódico de emigrantes en aquel país, ‘Volcán’. El agasajo a Leandro Perdomo, uno de los escritores canarios más notables de la segunda mitad del siglo XX, nos retrotrae a los años de la posguerra española, una época de falta de libertades y de horizontes de vida que condujo a muchas personas al exilio.

Emigrante en Bélgica entre 1957 y 1968, Leandro trabajó en las minas y ejerció diferentes oficios, pero jamás dejó de lado su pasión por la literatura. Fundó y dirigió el periódico ‘Volcán’, un importante instrumento cohesionador para los emigrantes españoles que, a le vez, le permitió encauzar las inquietudes literarias y culturales. Mermada su salud, regresa a las Islas en 1968 y se refugia en la Villa de Teguise, donde fallece en 1993.
 
“Leandro Perdomo hablaba y escribía de las cosas cotidianas. No le interesaba el poder y sus entresijos, ni la actualidad que generaban”
 
Leandro Perdomo hablaba y escribía de las cosas cotidianas. No le interesaba el poder y sus entresijos, ni la artificiosa actualidad que generaban a su alrededor. Fino observador, se detenía en personas reales, a veces anónimas, para describir otra realidad, humilde y popular, zurcida de verdades sobre la variopinta condición humana. Y lo hacía con humildad y respeto, escuchando el latido del otro, aunque siempre acababa diciendo lo que sentía o pensaba. Quizá por eso sólo cosechó amistad y afecto a su alrededor.
 
Obligado por las estrecheces de aquellos años, dejó huella en Bélgica un hombre dotado de una gran capacidad de comprensión, muy buena persona, delicado cuando decía alguna cosa importante y a quien los vaivenes de la vida jamás lograron borrarle la sonrisa de su mirada.
 
Ernesto Cedrés

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