Menor, periférica, no capitalina
Gracioseros, lanzaroteños, majoreros, palmeros, gomeros y herreños residimos en islas menores, periféricas, no capitalinas. Los demás canarios habitan en islas mayores, centrales, capitalinas. Y ninguna de las dos situaciones es cierta. Lo lamentable es que nuestras autoridades siguen alimentando esa imagen irreal e incierta sobre supuestas grandes y presuntas chicas.
¿Menores en tamaño? No. Fuerteventura es mayor que Gran Canaria, incluso que Tenerife a marea vacía, así que carece de sentido considerar mayores a dos de ellas frente a las restantes, porque una de éstas rompe la norma.
¿Menores en desarrollo? No. El desarrollo agrícola palmero o los desarrollos turísticos conejero, majorero o graciosero son tan potentes como la agricultura y el turismo en Gran Canaria y Tenerife, por lo que tampoco puede admitirse esta acepción referida al nivel de desarrollo económico.
¿Menores en madurez? No. A pesar de las tentaciones paternales que brotan en algunos tinerfeños y grancanarios, quienes, con ciertos aires de superioridad, se ponen a darte consejos sin pedírselos y te dicen por el morro lo que debes hacer y lo que no, y lo que te conviene y lo que no, tampoco se puede hablar de diferentes niveles de madurez entre unas y otras. El grado de estupidez por kilómetro cuadrado es similar en ambas.
“La única distinción constatable entre un grupo y otro de islas es que en unas reside más gente que en otras”
¿Periféricas? No. Periféricas son las ocho islas respecto del continente europeo, donde se localiza el centro, así que todas serían ultra periféricas, en realidad. Por ello, tratar de designar como periferia de la periferia a La Graciosa, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera y El Hierro no deja de tener un punto friqui. Y lo de considerarse centralidad compartida en un archipiélago atlántico es una simple majadería.
¿No capitalinas? Tampoco. Las ocho islas son capitalinas, pues cada cual tiene su capital insular. Mas, si por capitalinas se entiende capitales de provincia, habrá que recordar a quien corresponda que el Estatuto de Autonomía de Canarias erradicó la división provincial en 1982, encumbrando las islas como ejes vertebradores del Archipiélago. Es decir, no existen las provincias en el imaginario canario, salvo en algunas mentes delirantes, como es notorio.
La única distinción constatable entre un grupo y otro de islas es que en unas reside más gente que en otras. En Gran Canaria y Tenerife habitan más de ocho de cada diez canarios y por eso están más ocupadas que las restantes. Esa es la diferencia, y así habría que llamarlas al referirse a ellas en dos grupos: islas más habitadas y menos habitadas de Canarias, señores concejales, alcaldes, consejeros de Cabildos, diputados regionales, cargos del gobierno autónomo, diputados a Cortes, senadores, cargos del Gobierno del Estado, eurodiputados y peña en general.
JM Quintero