FIESTAS POPULARES
Punta Mujeres, El Pino y las mareas de septiembre

Las 1.223 almas que residen en Punta Mujeres conmemorarán el día del Pino este 8 septiembre para despedir formalmente el verano.
Las fiestas de Punta Mujeres concluyen este domingo. Pasan casi desapercibidas porque empiezan cuando la celebración en Caleta de Famara vive su máximo esplendor, y acaban cuando Yaiza disfruta los días grandes de la festividad de Los Remedios. Aunque atrapadas por estas dos multitudinarias celebraciones, las de este año se han hecho notar porque generó cierta polémica la organización de asaderos en la vía pública, pero la verdad es que la festividad del Pino queda solapada hasta por las grandes mareas que, más o menos por estas fechas, señalan el equinoccio de otoño.
Con el equinoccio otoñal, aumentan la marea y el tamaño de las olas
El equinoccio de otoño se caracteriza porque el día tiene una duración igual a la de la noche en todos los lugares de la Tierra. De hecho la palabra equinoccio proviene del término latín aequinoctium que significa noche igual. Como quiera que sea, con o sin mareas, y aunque la basílica situada en Teror reclame la atención mediática en las Islas, las 1.223 almas que residen en Punta Mujeres conmemorarán el día del Pino este 8 septiembre. Lo harán para despedir formalmente el verano y para reivindicar, entre otras cosas, su hegemonía poblacional en el municipio de Haría.
El nombre de mareas del Pino proviene de la cercanía de esta circunstancia meteorológica con dicha festividad, y tiene toda la pinta de que fue acuñado en Gran Canaria. Se trata de un fenómeno en el que las mareas fluctúan de manera exagerada ocasionando las denominadas bajamares y pleamares extremas. Con el equinoccio otoñal, aumentan la marea y el tamaño de las olas, pero su fuerza y sus efectos dependen de diversos factores, como la presencia de fuertes vientos y mar de fondo —en las Islas lo llamamos reboso— con pleamar muy viva. Las mareas grandes coinciden tanto con la luna llena como con la luna nueva.
Entre vivir en Haría o en Máguez, los harianos y sus descendientes no tienen la más mínima duda
Punta Mujeres es el núcleo poblacional con mayor número de residentes del municipio de Haría. Entre vivir en Haría o en Máguez, los harianos y sus descendientes no tienen la más mínima duda y, desde hace algunos decenios, se inclinan por asentarse en Punta o en Arrieta, junto al mar, en pos de un clima más benigno entre grandes charcos reconvertidos en piscinas naturales y pedregosas y recogidas calas. Este asentamiento surgió a principios del siglo pasado, cuando se establecieron en él algunas familias que se dedicaron ocasionalmente a cultivar la tierra y a la pesca.
Sobre el origen del nombre de la localidad, Agustín Pallarés Padilla ha propuesto como motivo del topónimo un suceso histórico acaecido en 1537. En esa fecha, zarparon de San Lúcar de Barrameda unas naves españolas con destino al Nuevo Mundo, pero cuando la flota se encontraba en aguas de Lanzarote fueron abordadas por unos buques de guerra franceses que raptaron a las mujeres y las retuvieron durante unos días, hasta que decidieron abandonarlas completamente desnudas por esta zona litoral de la isla, entonces completamente desierta. Según Agustín Pallarés, la conmoción que este suceso sería motivo suficiente como para que el lugar tomara desde entonces el nombre de las infortunadas mujeres.
El Pino y Gran Canaria
Nuestra Señora del Pino desata pasiones en Gran Canaria. Es una de las advocaciones marianas que representan a la Virgen María y está situada en la Basílica del mismo nombre, el bello pueblo de Teror. La devoción a la Virgen del Pino arranca en el siglo XVII, cuando comienzan a llevarse a cabo las bajadas en rogativa de la imagen a Las Palmas de Gran Canaria.
Con el tiempo, se afianzó la peregrinación y hoy en día los antiguos peregrinos han mudado en romeros que mantienen la tradición entre una coreografía de carretas llenas de frutos de la tierra en ofrenda a la Virgen del Pino. En el programa festivo brilla el costumbrismo más arraigado.