MISIÓN ESPACIAL

Un trozo de basalto de Tao orbitará tres años alrededor de la Tierra para un experimento lunar

La misión espacial Transporter-3  incluye un mini satélite con la roca de Lanzarote con la que se pretende conocer si ese material que existe en la Luna y Marte puede ser utilizado por los astronautas en futuras bases permanentes

Un trozo de basalto de Tao orbitará tres años alrededor de la Tierra para un experimento lunar

Un pequeño fragmento de basalto de la zona de Tao se encuentra ya en el espacio con el objetivo de orbitar durante los próximos tres años alrededor de la Tierra a una distancia de 350 kilómetros. Un cohete Falcón 9 de Space X ponía en órbita el pasado jueves 13 de enero desde la estación espacial de Cabo Cañaveral en Florida (EEUU) la misión Transporter-3 con un total de 105 pequeños satélites en el que se encuentra el  proyecto que abandera el reponsable de Kinnamon Cosmos y actual jefe del grupo de  Meteoritos y Geociencias Planetarias del CSIC, en el Instituto de Geociencias, el geólogo Jesús Martínez Frías.
 
En una entrevista realizada en el programa El Magazine de Obe de Biosfera Televisión, Martínez Frías destacó que las rocas de basalto de Lanzarote son análogas a las que se pueden encontrar en la Luna o en Marte. Por tal motivo, los  futuros astronautas que vayan a estar en misiones permanentes o semi permanentes en la Luna deberán utilizar el material que existe en esos lugares, fundamentalmente el basalto, para construir las bases lunares, carreteras, murallas, pistas de aterrizaje y despegue, escudos antirradiación o zonas de cultivo.
 
Martínez Frías indica que en estos momentos enviar material al espacio para construir o conseguir que haya una habitabilidad de esas futuras misiones es carísimo, de hasta un millón de euros el kilo. “Por eso que hay que probar con materiales análogos y aprovechar el fantástico laboratorio natural que tenemos en Lanzarote mandando una muestra al espacio con unos sensores y una microcámara para ver cómo se comporta esta muestra en el espacio”. Entre los objetivos de la misión se encuentra el estudio de la resistencia del basalto de Lanzarote  a la radiación cósmica o a los bruscos y extremos cambios de temperatura de hasta cien o menos cien grados centígrados. El minisatélite enviado al espacio con basalto de Lanzarote mide 7,5 centímetros por 5x5 centímetros. 
 
El responsable del proyecto insiste en que Lanzarote “es una perla científica y  un laboratorio natural extraordinario en la vanguardia internacional sobre estas temáticas. De igual manera que Canarias tiene un cielo fabuloso para hacer astrofísica, Lanzarote tiene unos terrenos volcánicos que son importantísimos para hacer estudios geológicos y astrobiológicos en relación con la Luna y con Marte”.

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