En 1970 Werner Herzog estrenó “También los enanos nacieron pequeños” en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, una sección paralela nacida poco antes en la significativas fechas de mayo del 68, como contestación a las secciones oficiales, albergando propuestas mucho mas heterodoxas e innovadoras. La Quincena ha descubierto un buen puñado de directores clave del cine contemporáneo como Garrel, Oshima, Panahi… por citar solo algunos nombres. Y también a Herzog. Una pelÃcula de espÃritu tan subversivo como la de los enanos no podÃa haber conocido espacio mejor para su lanzamiento mundial.
Hoy dÃa la Quincena no es ni la sombra de lo que fue. Se ha quedado estancada como una simple extensión de las secciones oficiales y generalmente se dedica a programar lo que aquellas desechan o descartan. Desde el año 2002, durante la ceremonia de apertura, rinde homenaje a alguno de estos directores “descubiertos” por la Quincena, a los que se otorga un trofeo, la Carroza de Oro, nombre que nada tiene que ver con la edad del homenajeado, sino con el tÃtulo de una pelÃcula maravillosa del maestro Jean Renoir que aprovechamos para recomendarles encarecidamente.
Este año la Carroza de Oro ha ido a para a Herzog y ha sido muy emotivo escucharle en el discurso de agradecimiento decir “Yo soy de aquÔ, ante un público entregado que llenaba el Teatro de la Croisette, puesto en pie y partiéndose las manos aplaudiendo. Fue aquella pelÃcula de los enanos, rodada en Lanzarote, la que lo trajo hasta aquà y de aquà a convertirse en uno de los directores más importantes de la historia del cine.
Herzog a Marco y Busky: “Lanzarote es uno de los espacios más bellos que he conocido en mi vida”
Poco antes Herzog impartió una deliciosa clase magistral (términos que no están en contradicción cuando es Herzog el profesor) repasando algunas pelÃculas de su copiosa filmografÃa (28 largometrajes), defendiendo algunas de sus ideas sobre realización cinematográfica que toman a la improvisación como motor y norma. Y animando a los cineastas más jóvenes a emprender sus proyectos y no ceder nunca, por más obstáculos que se interpongan. Lo dice un tipo que subió literalmente un barco por una montaña durante el rodaje de “Fitzcarraldo” en plena selva amazónica.
Poco antes aun de la masterclass hubo tiempo para que sus admiradores pudiéramos departir brevemente con él. Apenas un instante que aprovechamos para saludarle y entregarle un flyer de la próxima edición de la Muestra de Cine de Lanzarote. “Lanzarote es uno de los espacios más bellos que he conocido en mi vida”, alcanza a decirnos muy amablemente. También le entregamos un pen drive con un corto que Xurxo Chirro ha realizado a modo de carta de invitación para la Muestra de noviembre. El corto, rodado en la vieja casona de Tegoyo, recrea los espacios en que se filmó la pelÃcula que han permanecido casi inalterados todos estos años, invocando esos tÃtulos inolvidables como “Aguirre”, “Stroszek” o Fitzcarraldo” que son las pelÃculas, entre otras muchas, que nos han traÃdo a nosotros hasta aquÃ.
Ojalá pueda ver el corto y aceptar la invitación.