Un local con historia

Cafetería San Francisco, los churros con más solera de Lanzarote

Vanesa Romero en la cafetería San Francisco
Vanesa Romero en la cafetería San Francisco
Abierta en el verano de 1976 en la Calle Real de Arrecife por Cristóbal Romero sigue guardando la receta tradicional de sus famosos churros
Cafetería San Francisco, los churros con más solera de Lanzarote

La Cafetería San Francisco es un clásico de la restauración en Lanzarote. Y si hablamos de churros esta cafetería, abierta en la Calle Real de Arrecife en el verano de 1978 por Cristóbal Romero, es el lugar de culto para los lanzaroteños. Pero no solo es un establecimiento de comidas y bebidas porque la Cafetería San Francisco ha sido durante las últimas cinco décadas un punto de encuentro para muchos conejeros.

“La receta de los churros no se ha tocado, ni la manera de hacerlos. Hasta la maquinaria sigue siendo de aquella época. Somos una familia muy currante y muy cuidadora de las cosas. Hasta la decoración sigue siendo la misma, porque cuando las cosas se cuidan y se miman siguen durando”, destaca Vanesa Romero durante la entrevista realizada en el Magazine de BiosferaTV en el programa especial realizado desde la Calle Real.

La Cafetería San Francisco fue el segundo establecimiento de Cristóbal Romero en Arrecife tras poner en marcha la otra mítica cafetería Los Ángeles en la Avenida Marítima. “Mi padre llegó de Málaga a la isla en el año 1967 para trabajar en el Loro Verde en Playa Honda y de ahí pasó al Gran Hotel hasta que puso en marcha la Cafetería Los Ángeles”, indica Romero.

“La receta de los churros no se ha tocado, ni la manera de hacerlos. Hasta la maquinaria sigue siendo de aquella época".

“Cuando mi padre alquiló el local era una tienda de deportes que se llamaba Los Angeles y como no tenía dinero para cambiar todo el cartel aprovechó ese nombre. Y luego cuando abrió la nueva en la Calle Real se dijo de Los Ángeles a San Francisco”, recuerda Vanesa.

Terraza de la cafetería San Francisco
Terraza de la cafetería San Francisco

Los Romero presumen que su cafetería es un espacio con mucha historia. “Les dijo a mis clientes que escriban y a los compañeros que se han jubilado que escriban las anécdotas que han vivido”, afirma Vanesa. Entre esos recuerdos están los churros con chocolate que el propio Cristóbal les hacía llegar al tenor Alfredo Kraus cuando pasaba sus vacaciones en la isla o las del periodista Guillermo Topham que usaba el local para recibir su correspondencia y escribir algunas de sus noticias periodísticas. “La última mención a la cafetería aparece en el libro La Ceguera del Cangrejo de Alexis Ravelo en la que el protagonista quedaba con los personajes de la novela en esta cafetería”, señala Vanesa.

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