Las mujeres con discapacidad tienen un alto riesgo de experimentar violencia

Mujer con discapacidad.
Mujer con discapacidad.

Varias mujeres de Lanzarote participaron en el ‘Estudio sobre Mujer, Discapacidad y Violencia de Género en Canarias’

Las mujeres con discapacidad tienen un alto riesgo de experimentar violencia

Las mujeres con discapacidad tienen un alto riesgo de experimentar violencia basada en estereotipos sociales y aspectos subjetivos que intentan deshumanizarlas o infantilizarlas, así como excluirlas o aislarlas y entre sus conclusiones se destaca que el 71% de las encuestadas (155 mujeres con discapacidad) ha sido maltratada por su pareja en algún momento de su vida. Esto es lo que revela el Estudio sobre Mujer, Discapacidad y Violencia de Género en Canarias, en el que participaron varias mujeres de Lanzarote, cinco de Arrecife y una de Tinajo.

En el diagnóstico, realizado a mediados de 2022, participaron un total de 224 mujeres con discapacidad de todas las islas del archipiélago. Una de sus grandes conclusiones es que, de las mujeres participantes, 8 de cada 10 se han sentido discriminadas en algún momento o situación a lo largo de su vida o a percibido estarlo por alguna condición. Además, en la mitad casos, los motivos mencionados por las mujeres como causa de su discriminación son la discapacidad (63 por ciento) y el género (38 por ciento).

Mayor discriminación al buscar trabajo

Un 22 por ciento de las situaciones donde las mujeres han percibido mayor discriminación son al buscar trabajo y un 17 por ciento al intentar comunicarse con las administraciones públicas. Esto se ve confirmado por la mayoría de las profesionales participantes en el diagnóstico, quienes consideran que las mujeres con discapacidad están expuestas a múltiples discriminaciones y destacan principalmente aquellas relacionadas con el acceso al empleo y a los recursos comunitarios y con el ámbito familia.

Por otro lado, más de la mitad de las mujeres participantes han experimentado algún tipo de violencia por alguna persona que no era pareja o expareja. La mayoría de las mujeres, 8 de cada diez, que han sido víctimas de violencia de género han contado la experiencia, pero el resto no se lo ha contado nunca a nadie.

Estos datos concuerdan con los de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en vigor en nuestro país desde el año 2008. Esta reconoce en su Preámbulo que las mujeres y las niñas con discapacidad suelen estar expuestas a un riesgo mayor, dentro y fuera del hogar, de violencia, lesiones o abuso, abandono o trato negligente, malos tratos o explotación.

Prevalece la pérdida de autoestima y la depresión

Los síntomas que han experimentado las participantes como consecuencia de la violencia son: ansiedad (79 por ciento), tristeza (78 por ciento), sentimiento de inutilidad (75 por ciento), cambios de ánimo (73 por ciento), ganas de llorar sin motivo (70 por ciento), angustia (60 por ciento), insomnio (57 por ciento), irritabilidad (54 por ciento) y fatiga permanente (41 por ciento).

En cuanto a las consecuencias psicológicas y emocionales, prevalece la pérdida de autoestima (76 por ciento), depresión (69 por ciento) y sentimiento de enfado, rabia e ira (60 por ciento). La ansiedad, el miedo, ataques de pánico (55 por ciento), sentimiento de desesperación e impotencia (52 por ciento), problemas de sueño y alimentación (51 por ciento), problemas de concentración o falta de memoria (39 por ciento). En el capítulo de las recomendaciones, se pone el énfasis en dar visibilidad a la magnitud del problema sobre la situación de violencia que experimentan las mujeres con discapacidad en Canarias.

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