Relatos de Vida

"Tuve el privilegio de encontrar mi lugar, con un trabajo que puede ayudar a cambiar el mundo"

Entrevista a Nieves Rosa Hernández Gorrín, presidenta de Mararía
Más allá de Mararía, su presidenta, Nieves Rosa Hernández Gorrín, habla en una entrevista sobre su propia historia: la de una mujer "afortunada" que siempre trabajó por la igualdad y que se vino a Lanzarote "por amor"
"Tuve el privilegio de encontrar mi lugar, con un trabajo que puede ayudar a cambiar el mundo"

Hablar de la lucha contra la violencia de genero es hablar de ella. “Fue un enorme privilegio poder encontrar mi lugar en esta vida. Si te gusta trabajar, y crees que el mundo se puede cambiar a través de lo que tú aportas, nunca supondrá un esfuerzo lo que haces. En mi caso es un trabajo transformador y que me aporta mucha calidad de vida. Soy parte y producto de esa época, de esa historia de cambio”. Casi treinta años promoviendo proyectos de sensibilización, denunciando la desigualdad y asesorando a las víctimas. Ella es Nieves Rosa Hernández Gorrín, presidenta de la Asociación Social y Cultural Mararía.

En 1994 abrió sus puertas en el molino de La Vega la primera asociación feminista de Lanzarote. Una zona que pronto se convirtió en el centro de información de referencia para la mujer, donde se consultaban todo tipo de cuestiones. Antes de que arrancara esa iniciativa, en la Isla no existían recursos asistenciales específicos para mujeres. Lo que sí existían, eran los problemas.

Tengo un privilegio muy grande, el de haber sido siempre feliz

"Me encuentro muy emocionada, porque cada 8 de marzo es un nuevo reto, una nueva etapa en la que vamos viendo como el feminismo va asentándose cada vez más en la ciudadanía". Sobre el Día de la Mujer, Nieves Rosa alega que "somos valiosas todas, aquí no sobra nadie. La fuerza y la preparación de la gente joven, es el futuro de una sociedad igualitaria y llena de respeto y de felicidad. Las que empezamos con todo este camino hace mucho tiempo, estamos para aportar todo lo que hemos aprendido y poder ir de la mano".

Volviendo a sus años de infancia y adolescencia, la presidenta de Mararía habló emocionada de muchas vivencias de entonces. "Tengo un privilegio muy grande, el de haber sido siempre feliz", explica. Nieves Rosa estudiaba en un colegio de monjas porque “era lo que se usaba" en aquella época. “Mis padres se sacrificaron para que pudiera tener una educación correcta. Yo me iba al colegio desde primera hora, me gustaba, estaba siempre la primera en la fila".

“Mi madre siempre tenía la ilusión de que yo fuera maestra, y yo quise intentar lo que a mi madre le gustaba. Pero pronto supe que eso no era lo mío. Soy educadora social y enseñar es precioso, pero yo eso de dar clases en una escuela, no lo veía”. Fue entonces cuando Nieves obtuvo en Madrid la titulación de monitora de educación sexual y planificación familiar. “En aquellos años 80 esto era muy importante. Nada de esto estaba al alcance de los jóvenes”, cuenta Nieves. El proyecto se fundó en Tenerife, dónde vivía entonces, el "Centro de Información para las Mujeres”.

Tuve la suerte de encontrarme una segunda oportunidad en la vida con una persona a la que quiero, mucho, y que me hizo muy feliz

Su vínculo con la política llega antes de venirse a Lanzarote, junto al Partido Socialista. Una época, asegura Nieves, donde la política era totalmente distinta a lo que es hoy. “Veníamos de una dictadura y existían muchísimas ganas de cambiar las cosas, de mejorarlas”. Un asunto, el de la política, que reconoce, le causa cierta “nostalgia”. “Me da pena que hoy casi te tengas que esconder al decir que eres político".

A Lanzarote por amor

Nieves Rosa también habló en Relatos de Vida de su familia, algo que emocionó a la presidenta de Mararía al recordar a su marido, Enrique Pérez Parrilla. “Me trasladé a Lanzarote por una situación personal, por amor. Por un deseo, el de formar una familia. Como mi marido era de aquí y yo vivía en Tenerife, alguien tenia que tomar la decisión. Y esa fui yo. Entendí que las responsabilidades políticas de Enrique eran importantes, y yo no quería que las dejara. He sido varias veces una privilegiada. Tuve la suerte de encontrarme una segunda oportunidad en la vida con una persona a la que quiero, mucho, y que me hizo muy feliz”.

Al venirse a vivir a Lanzarote, Nieves recuerda que solo puso una condición sobre la mesa, “allá donde yo vaya, tengo que seguir haciendo lo que siempre he hecho”. Y es ahí cuando llega Mararía. Una parte fundamental en su vida. “Traje una idea firme, seguir trabajando y seguir siendo yo, me puse a buscar gente, espacios y todo lo necesario para formar lo que hoy es Mararía. Me encontré con muchas mujeres comprometidas y nada hubiese sido posible sin ellas. Tuvimos que convencer de que esto era un proyecto serio, eficiente y necesario”, explica la presidenta de la Asociación.

En la entrevista Nieves reconoce que lo que más le asusta de cumplir años y del futuro es “la posible soledad que puede acompañar a los mayores. Yo la veo en muchas mujeres y me da mucha tristeza”. “Reconozco que soy una privilegiada, y que he sido muy feliz. Lo fui en mi casa, en Tenerife, con mi familia, mis padres y mi hermana, y lo he sido aquí, en Lanzarote, con mi marido, que tanto me aportó, junto a mis hijos”, concluye Nieves Rosa Hernández Gorrín.

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