"Vivo con siete personas y duermo en el suelo con mi hija en un colchón": el drama de la vivienda

La crisis habitacional sigue siendo uno de los principales problemas de los ciudadanos y ciudadanas de Canarias. Escasez de vivienda y, cuando por fin encuentran algo, es muy difícil poder permitirse pagar un alquiler.
Juliana es madre de una niña de dos años y ya no puede más. Tiene trabajo, pero no puede permitirse pagar un alquiler en Lanzarote… Actualmente está en casa de unos conocidos, compartiendo vivienda con otras siete personas y habitación, también con alguna de ellas. En declaraciones a COPE Lanzarote, Juliana cuenta desesperada que ha buscado por toda la isla, pero que le resulta imposible encontrar una vivienda para ella y su hija.
“No encuentro una vivienda digna y adecuada para mi niña, pese a que tengo un empleo y un sueldo. En este momento me encuentro en casa de unos conocidos que me han brindado la mano. Comparto habitación con una de las personas del piso, somos siete” , comenta desesperada.
Duermo con mi hija en un colchón en el suelo porque no hay espacio
Una situación que entristece a Juliana, especialmente por su hija: “Duermo con mi hija en un colchón en el suelo porque no hay espacio. Como toda madre soltera, mi hija asiste a la guardería para yo poder ir a trabajar. Mi hija se merece una vivienda adecuada”
Y como Juliana, muchas historias más… Y a este panorama, se suma otro problema: hay quienes se aprovechan de la desesperación de estas personas para ganar dinero. Y en Lanzarote, hemos conocido varios casos. Diferentes estafas vienen anunciándose en los últimos días relacionadas con el alquiler, la última en esta isla.
Estafados ante la desesperación
En declaraciones a COPE Canarias, Salka, una vecina de Arrecife, cuenta que encontró en un grupo de WhatsApp la oferta de un piso. ¿El precio? 600 euros mensuales, que para lo que es el mercado actual, es bastante razonable. Por fin podría tener un hogar para ella y su hija pequeña.
Contactó con el propietario, que le pidió 50€ solo por visitar el piso con la excusa de que vivía lejos, a unos 40 minutos, y necesitaba el dinero para cubrir el combustible del desplazamiento. También le dijo que servía como seguro, pues mucha gente estaba interesada. Salka se negó. Algo dentro de ella le decía que la oferta no era fiable.
Su instinto no le falló, pues luego se dio cuenta que en otros grupos ofrecían el mismo piso, mismas fotos, pero diferente ubicación que nada tenía que ver con Lanzarote: esta vez era en Gran Canaria. “El señor me pidió cincuenta euros y yo le dije que primero me enseñara la casa, y que si llegábamos a un acuerdo, pues me quedaba con la casa. Me dijo que no, y que tenía a diez personas más esperando ver la casa. Le dije que le daba veinte y me lo negó. Lo dejamos así”
Me dijo que tenía muchas visitas y que si yo le daba 100 euros, me dejaba a mi la casa
Además, añade que hace unos días entró en otro grupo con el objetivo de seguir buscando, y se tropezó con la misma persona, con las mismas fotos de la casa que me había comentado, pero en distinta ubicación”. Salka asegura que a raíz de esa experiencia, no se fía de nadie. "Ya me habían estafado antes siguiendo el mismo modus operandi". Una estafa en la que perdió 100 euros. “Me dijo que tenía muchas visitas y que si yo le daba 100 euros, me dejaba a mi la casa. Yo dije que sí, porque estoy desesperada, en la calle. Le di el dinero y ya no me contestó más. Me bloqueó y ya está", cuenta Salka.
Ahora, a esta vecina de Arrecife, no le ha quedado más remedio que alquilar un garaje para que ella y su hija puedan tener un techo donde vivir. Allí tiene ducha y baño. Paga 400 euros al mes. Lo agradece, pues dice que conseguir un sitio donde asentarse es misión imposible.