Los turoperadores británicos colaborarán ante las protestas contra el turismo en España
El consejero delegado de la asociación británica de turoperadores y agencias de viaje (ABTA), Mark Tanzer, aseguró este miércoles que el sector quiere colaborar con las autoridades españolas para abordar el sentimiento contra el turismo que existe en algunos destinos.
Tanzer habló con EFE durante un foro sobre turismo sostenible organizado por la embajada española en Londres, al que asistieron los ocho alcaldes de la Alianza de Municipios Turísticos de Sol y Playa (AMT) -Adeje, Arona, Benidorm, Calvià, Lloret de Mar, Salou, San Bartolomé de Tirajana y Torremolinos- y los principales turoperadores británicos, como TUI UK y Jet2.
"Es importante que actuemos antes de que se convierta en un problema, que la gente sienta miedo de viajar a España o que no sea bienvenida. España siempre ha ofrecido una cálida bienvenida a los británicos y queremos que siga siendo así", declaró el directivo.
Tanzer afirmó que son conscientes de que "se han producido algunas manifestaciones en ciudades como Barcelona, Málaga y Mallorca" y mantuvo que "no hay que ignorar a los residentes que expresan su preocupación por el impacto del turismo en su vida cotidiana".
"Por tanto, queremos colaborar estrechamente con España y con los destinos para lograr un modelo turístico equilibrado que beneficie a los residentes, a quienes se ganan la vida en España gracias al turismo y a nosotros, como visitantes", manifestó.
Oportunidad para liderar
Tanzer dijo que, ante la evolución del modelo turístico, el Estado español tiene la oportunidad de convertirse en líder. "España puede por ejemplo ampliar la temporada, abrir más temprano y más tarde en el año (los meses de abril y octubre), para aliviar la presión sobre los meses de verano. Con el calentamiento global, es más fácil hacerlo", apuntó.
También ayudará a impedir la masificación el uso de "tecnologías que miden el flujo de visitantes, para que las ciudades puedan gestionarlo", lo que algunas ya hacen, agregó.
En su opinión, los destinos turísticos deben abordar además "el componente regulatorio", dado que la presión sobre la vivienda local "proviene del mercado de alquiler privado".
"Históricamente, las plazas hoteleras han estado sujetas a licencias, lo que permite limitar y controlar el número de visitantes. Sin embargo, una vez que se abre por completo el mercado de alquiler, se pierde ese control", dijo.
Por parte de las agencias de viajes y promotores británicos, su deber es mantener el diálogo con los destinos y "educar" a los turistas del Reino Unido, de los cuales más de 18 millones viajaron en 2024 a España.
"Les comunicamos que somos huéspedes en el extranjero y que debemos respetar las costumbres del lugar, así como el derecho de los residentes a tener una vida tranquila. También desalentamos el comportamiento antisocial e intentamos asegurarnos de que, donde haya alcohol disponible, sea de forma controlada", explicó.