Opinión

Agustín Pallarés, el torrero ilustrado

Agustín Pallarés, el torrero ilustrado

El pasado día 4 de febrero me desestabilizó  la noticia del fallecimiento de Don Agustín  Pallarés Padilla. En ese momento un fuerte pesar se instaló en mi pecho y reviví en mí convincentes tertulias con su pausada y sabia voz. Tengo muy presente mi última gran charla con él, no hace tantos meses, en su casa en Valterra, sentado en el sofá, ya con poca movilidad pero con su mente prodigiosa y activa, vivaz de datos y recuerdos. Unas horas de tertulia-entrevista, de las que hay muy buenos minutos grabados, ante la mirada de amor y complicidad de Rosario, su mujer, hablamos de su infancia, de su vida de torrero, de su familia, de Alegranza e incluso tuvo tiempo de recitar una poesía.

Don Agustín Pallarés es para mí una de las grandes referencias como persona, como fuente de conocimiento y como ejemplo de implicación en su tierra. Instruido por sí mismo, investigador, estudioso y creador incansable de muchas temáticas relacionadas con la isla de Lanzarote y las islas e islotes colindantes. Nieto e hijo de torrero de faros, criado en el faro de Alegranza en la postguerra civil española. Su padre estuvo encarcelado en Gran Canaria por sus ideas socialistas, pero tras su liberación y para evitar problemas mayores, le recomendaron tomar el servicio en el faro de Punta Delgada en Alegranza. De esa alejada y solitaria isla se enamoró hasta el infinito, accedió a una plaza en su faro tras obtener el título de técnico mecánico en señales marítimas. Allí se trasladó junto a su familia, sus hijos corretearon por la isla más septentrional del Archipiélago Canario.  Su mujer también se enamoró de la isla hasta el punto de que en semanas de permiso, pudiendo marcharse de la isla, no lo hacían. Según sus propias palabras, en Alegranza pasó los años más felices de su vida.

"Pronto me di cuenta que había un sabio que me llevaba 50 años de ventaja investigando"

Hijo de una familia nómada, su vida transitó de faro en faro, nació en Fuerteventura cuando su padre estaba destinado en el faro del Tostón, creció en Alegranza, perdió a su padre en el faro de Pechiguera, ejerció en Alegranza hasta la automatización del faro y posteriormente llevó el mantenimiento hasta su jubilación desde su casa en el barrio marinero de Valterra de Arrecife. Publicó en el año 2013 el libro “La Isla de Alegranza” (Ed. Remotas), desgranando ampliamente la naturaleza y la historia de este solitario islote, sus torreros, medianeros, propietarios, topónimos, anécdotas, etc.

Caminó mucho y subió a todos los conos volcánicos de Lanzarote, investigó desde los años sesenta y contrastó con los vecinos de los distintos lugares la toponimia de Lanzarote. Un extenso trabajo con el que me tropecé en el curso 2005-2006, cuando ejerciendo de profesor del Taller de Empleo de Guías del Paraje Natural de Los Ajaches (Monumento Natural). Comencé a entrevistar a vecinos y contrastar en los mapas la toponimia local del sur de Lanzarote y pronto me di cuenta que había un sabio que me llevaba 50 años de ventaja investigando. Y desde ese momento, ha sido él una de las grandes fuentes de inspiración y consulta. Fue un honor prologar su libro: Diccionario de topónimos de Lanzarote en el año 2014 junto a Ediciones Remotas.

Agustín además aprendió inglés y francés de forma autodidacta, se adentró en la geología, flora, fauna, historia y arqueología de las islas, generando un enorme bagaje que le permitió ser guía de turismo en los meses de descanso del faro. Uno de los primeros guías de turismo de la isla,  profesión que le acompañó hasta el final de su vida laboral. Público el libro “Prehistoria  de Lanzarote” (2017, Ed. Remotas) prologada por el catedrático Antonio Tejera Gaspar donde argumenta con mucha base de conocimiento el poblamiento de las Islas Canarias. Además escribió la historia de Lanzarote, con un lenguaje muy pedagógico, aún a la espera de que alguna institución lo edite y publique.

Muchos son los artículos que escribió Don Agustín en prensa, diarios y revistas, sobre historia y toponimia, con grandes debates con otros autores e investigadores. La mayoría fueron recopilados en un volumen en formato libro llamado “Escritos y charlas” (publicado en 2017 por el Cabildo de Lanzarote).

"Fue mágico preparar la semblanza de su vida para su nombramiento como hijo adoptivo de Lanzarote en el año 2016"

Compartimos algunas tertulias donde yo escuchaba y me empapaba de su saber, preguntado por la vida en los faros y por topónimos de la isla. Pero además me gustaba escuchar sus teorías de la historia de las islas, sobre nuestros indígenas, sobre personajes históricos, sobre la creación de su idioma universal, mejorando el Esperanto y la Interlingua.

Agustín es un grande entre los grandes, se suma a esa lista de personajes ilustres relacionados con los faros como: José Rial Vázquez, el torrero poeta, un gran intelectual de todos los tiempos que forma parte del universalismo literario de las Islas Canarias. Josefina Plá, la gran poetisa, dramaturga y ceramista nacida en el faro de Isla de Lobos y referencia literaria internacional. Federico Doreste pedagogo de relevancia estatal nacido en Máguez y criado en el faro de Isla de Lobos. José Rial González, escritor y dramaturgo hijo de Rial Vázquez …

Fue un honor conocerle, fue un placer compartir algunos ratos de oyente aprendiz, fue mágico preparar la semblanza de su vida para su nombramiento como hijo adoptivo de Lanzarote en el año 2016.

Usted nos deja un gran legado de sabiduría impresa, un ejemplo de amor incondicional por su tierra, un icono de investigador y creador. Por todo ello permanecerá entre nosotros para siempre.

Un abrazo enorme, gran sabio de las Islas Canarias orientales, desde Alegranza a Jandía.

Ignacio Romero Perera es biólogo y divulgador ambiental

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