Opinión

Alpedrete: cuando un alcalde convierte un asesinato machista en un drama romántico barato

Foto: Archivo
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Alpedrete: cuando un alcalde convierte un asesinato machista en un drama romántico barato

Hay declaraciones que indignan.

Otras que avergüenzan.

Y luego están las del alcalde de Alpedrete, Juan Rodríguez (PP), que directamente insultan la inteligencia de cualquiera que conserve dos neuronas en funcionamiento.

Decir que el asesinato de una mujer “no es violencia de género” porque el agresor “la quería mucho” y estaba “agobiado por la vida” … es una obscenidad política. Una falta de respeto a la víctima. Y un peligro público.

Pero claro, eso pasa cuando se cree que un crimen machista es una especie de tragedia íntima donde el protagonista sufría tanto que “se rindió”.

Pues mira:

A veces el orden de los factores SÍ altera el producto.

Porque si alguien está tan desesperado, tan roto y tan al límite como para “rendir la vida”, que quede claro:

la vida que debería poner en peligro NO es la de otra persona.

Para que quede bien grabado: la autopsia ha determinado que la mujer recibió 50 puñaladas antes de morir, y falleció antes que su marido. Solo un irresponsable convertido en autoridad puede intentar justificar que semejante brutalidad “no sea violencia de género”.

 

El problema no es solo él… es su gobierno entero.

Porque este tipo de discursos no salen de la nada.

Necesitan silencio.

Necesitan socios mirando para otro lado.

Necesitan a compañeros de gobierno que prefieren sostener un alcalde negacionista antes que perder un pacto.

Y lo están haciendo. Sin despeinarse.

No es solo el alcalde. Es todo un Ayuntamiento anestesiado moralmente.

Blanquear al agresor, cuestionar la violencia, minimizar la realidad:

 

La receta es vieja y cobarde:

1. Presentar al asesino como víctima de sus circunstancias.

2. Suavizar el crimen para no llamarlo machista.

3. Sembrar duda sobre la violencia de género.

4. Pretender que el problema es “interpretativo”.

Gobernar es proteger, no justificar.

Si un alcalde no puede nombrar un asesinato machista, ¿Qué clase de política de prevención va a impulsar?

Si sus socios no son capaces de frenar esto, ¿Qué mensaje están dando a las mujeres?

 

Conclusión:

Una mujer fue asesinada con 50 puñaladas.

No es interpretativo.

No es opinable.

Es violencia de género.

Y quien gobierna negándolo, quien lo sostiene y quien calla, forma parte del problema.

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