Opinión

Otra vez China

COVID-19
COVID-19

El tránsito del año 2022/23 se produce en plena alarma mundial ante los contagios de covid en China y con la sensación de que la economía nos está dando un respiro; en éste caso, especialmente en Canarias.

China fue el origen de la pandemia que nos ha castigado social y económicamente durante casi tres años y es lógico que suenen todas las alarmas ante las preocupantes noticias que nos llegan de este gigante de la economía del planeta. Hasta ahora, el régimen del presidente Xi Jinping había combatido la pandemia con severas medidas de confinamiento y durísimas restricciones a la movilidad, tanto interior como exterior; las crecientes protestas sociales de la población ha llevado a los dirigentes chinos a levantar buena parte de las restricciones y pasar a la responsabilidad individual el control de la enfermedad. La alarma surge ante el escaso número de vacunados y la dudosa efectividad de su vacuna. 

Países como EEUU, Italia, Japón e India ya han anunciado controles para el acceso de ciudadanos chinos a sus respectivos territorios.

De una forma similar comenzó en marzo del 2020 el azote de una pandemia que desestabilizó la economía y que ha producido más de 650 millones de contagios y casi siete millones de muertos en el mundo. Es lógica, por tanto, la alarma que las noticias que llegan de  China está produciendo en el mundo.

El tránsito de año en Canarias se produce en una situación mucho mejor de lo esperado hace  apenas unos meses. El año 2022 comenzó con serias dudas sobre la recuperación de nuestro sector turístico, aún amenazado por la pandemia, y, por si era poco, con la desestabilización que suponía para la economía europea la invasión de Ucrania por parte de Rusia. 

Las reminiscencias de la pandemia y los efectos de la invasión rusa -entre ellos el alza del precio de los combustibles- podían suponer un serio lastre para la recuperación del turismo como motor de nuestra economía. Es posible que esta sea la primera vez que un conflicto externo no perjudica al turismo. Al contrario, ha disparado la ocupación en las Islas a niveles comparables al año 2019.

La recuperación de la economía y del empleo en el Archipiélago ha roto las previsiones de los más optimistas. La crisis sanitaria y económica que abrió la pandemia, Europa la ha combatido incrementando los los recursos públicos. El empobrecimiento, la pérdida de bienestar y la ruina para muchas familias que dejó la crisis financiera 2008/14 ha sido un aprendizaje para que las autoridades de la Unión Europea emplearan otra metodología frente a las crisis abiertas por la pandemia y, posteriormente, por las consecuencias del alza de los precios derivados de la invasión de Rusia.

Frente a los recortes del gasto público y las restricciones del 2008/14, generosidad a la hora de proteger la economía y, como consecuencia de ello, a la hora de desplegar un amplio escudo social que amparará a las familias más vulnerables.

La economía en las Islas funciona, hay más personas trabajando que en el periodo pre-pandémico y el consumo está disparado. Todo ello ayuda a que Canarias haya incrementado sus recursos y que pueda hacer frente a un incremento importante del gasto social.

Habrá que estar muy atentos a los efectos que pueda tener el crecimiento imparable de los contagios en China y las consecuencias que ello suponga para las economías europea, española y canaria. Probablemente, la marcha de la economía y el bienestar de la gente será el factor político más desequilibrante en el apasionante año electoral que comienza. 

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