Opinión

Sumar y restar

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

La noticia de la semana ha sido la salida de Podemos del grupo de Sumar que lidera Yolanda Diaz. Aunque la incomodidad entre ambos grupos era creciente, pocos esperaban que el desenlace se produjera apenas transcurridos unos pocos días de la apertura de la XV Legislatura. Yolanda Diaz traicionó el legado y el poder que le entregó Pablo Iglesias y ahora las líderes naturales y verdaderas herederas del proyecto surgido del movimiento Podemos en 2014, Ione Belarra e Irenene Montero, le pagan con la misma moneda.

Esta ruptura con Sumar deja a Yolanda Diaz con 26 diputados y a Podemos en el grupo mixto con cinco diputados y voz propia. Los cinco diputados que siguen bajo la disciplina de Podemos han optado por abrirse un espacio propio para recuperar la marca de cara a las próximas elecciones europeas y ser protagonistas imprescindibles de cara a la negociación de los Presupuestos del Estado.

La huida de Podemos del grupo Sumar

Llama la atención el desprecio con el que Yolanda Diaz ha conducido las relaciones con sus antiguos compañeros de partido en Unidas Podemos. Del veto a la posibilidad de que Irene Montero repitiera al frente del Ministerio de Igualdad a censurar que Ione Belarra pudiera intervenir en el debate celebrado esta pasada semana en el Congreso de los Diputados sobre la guerra en Gaza. La soberbia de Yolanda Diaz le ha llevado al fraccionamiento de su propio proyecto político.

La huida de Podemos del grupo Sumar agudiza el quebradero de cabeza de Pedro Sánchez a la hora de aglutinar a los diversos  y dispersos grupos políticos que sustentan su precaria mayoría absoluta en la Cámara Baja. Movimiento Sumar, Podemos, Izquierda Unida, Más País/Más Madrid, Verdes Equo, Catalunya en Comú, Junts, Ezquerra Republicana de Catalunya, Bildu, Partido Nacionalista Vasco, BNG, Coalición Canaria y PSOE, con todas estas sensibilidades políticas tendrá que lidiar Sánchez en la negociación presupuestaria y en los proyectos de ley que impulse su Gobierno.

El Proyecto de Ley sobre la Amnistía será, sin duda, muy polémico y centrará un intenso debate político y social, pero existe una mayoría política nítida y firme en la composición del actual Congreso de los Diputados  que posibilitará su tramitación y aprobación sin zozobras. Otra cosa será su convalidación legal en España y en Europa.

Escenificar y materializar esa diferenciación

Distinto serán las negociaciones para priorizar el destino de los recursos en los Presupuestos del Estado, sobre todo si se confirman las restricciones en el gasto que se divisan en el horizonte. Tampoco será fácil aglutinar a tantas sensibilidades ideológicas de los partidos que soportan la mayoría parlamentaria actual. Existen diferencias galácticas entre los modelos de sociedad que defienden el PNV  y Junts con respecto a Bildu, Ezquerra o Podemos. 

El único pegamento que se vislumbra como efectivo a la hora de evitar fugas en el grupo de apoyo al Ejecutivo es el miedo a nuevas elecciones. Las últimas encuestas publicadas esta misma semana colocan al PP y Vox en la mayoría absoluta. El resultado de las elecciones europeas del próximo año y lo que suceda en las elecciones autonómicas de Euskadi, Catalunya y Galicia pueden introducir nuevos factores desequilibrantes en el actual mapa político español.

La recuperación de la marca Podemos y el reencuentro con un espacio político propio será el objetivo del nuevo grupo en el Congreso liderado por las ex-ministras Ione Belarra e Irene Montero. Para hacerse oír, Podemos necesitará un posicionamiento político y un discurso diferenciado de los que hasta esta pasada semana eran compañeros de grupo parlamentario. La necesidad de Podemos de escenificar y materializar esa diferenciación es probable que genere tensiones hasta ahora no previstas con el principal grupo de apoyo al gobierno. No; no será una legislatura fácil para Pedro Sánchez y su Gobierno.

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