SALUD

Los espacios abiertos facilitan la actividad física más que las instalaciones deportivas

Parque Temático de Arrecife. Imagen de archivo.
Parque Temático de Arrecife. Imagen de archivo.
Se alcanza a más población y de una forma más eficiente habilitando espacios como parques o senderos, según un estudio de la ULPGC 
Los espacios abiertos facilitan la actividad física más que las instalaciones deportivas

Facilitar espacios públicos, como parques o senderos, es más eficaz desde una perspectiva de salud pública que una mayor inversión en instalaciones deportivas, ya que los primeros alcanzan a más grupos de población. Así se desprende de un estudio elaborado por los profesores de la ULPGC e investigadores del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (iUIBS), José Antonio Serrano Sánchez y Joaquín Sanchís Moysi. Este trabajo ha contado con el apoyo financiero y técnico del Cabildo de Gran Canaria, a través del Instituto Insular de Deportes. 

En esta investigación se analiza por primera vez la utilidad de las instalaciones deportivas desde una perspectiva de salud pública, es decir, por su contribución al gasto energético de la población. las instalaciones deportivas públicas trascienden su propia funcionalidad y son también espacio de socialización, seña de identidad de equipos y ciudades, o punto para la promoción de estilos de vida saludables.  

Un dilema en las inversiones 

El estudio abarcó datos de uso y tiempo de uso de 31 espacios diferentes para practicar hasta 71 actividades físicas, distribuidos por la isla de Gran Canaria y clasificados en dos grandes grupos: instalaciones deportivas y espacios públicos abiertos. Los resultados mostraron que estos últimos fueron la principal fuente de gasto energético, con un tiempo medio de uso 3’3 veces superior que las instalaciones, y que además, esa diferencia se incrementaba sustancialmente en los grupos sociales más desfavorecidos, es decir, aquellos con mayor carga de morbilidad y más necesitados de actividad física

La investigación planteó un dilema en las inversiones en instalaciones deportivas al aire libre o cubiertas, dado que si bien las instalaciones cubiertas fueron las que más contribuyeron a alcanzar un nivel saludable de actividad física, lo hicieron en sectores de población sesgados, sobre todo lo más jóvenes. Los autores argumentan que los planes de instalaciones deportivas que se hagan con el objetivo de promover una mayor salud pública deberían considerar inversiones en espacios públicos abiertos, como parques o senderos, que permitan la actividad física para cualquier edad y que sean más fácilmente integrables en el día a día, porque facilitar estos espacios urbanos llega a más población y en concreto a la que más riesgo de salud tiene.

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