DEPORTES

Historias humanas del Ironman: Marino Orlandi se lanza a la aventura en honor a su mujer fallecida

Marino Orlandi junto a su mujer Marisa.
Marino Orlandi junto a su mujer Marisa.

Orlandi se enfrenta, no sólo al desafío de terminar una de las pruebas deportivas más duras del mundo, si no también a la carga emocional que supone saber que su mujer, Marisa, no le esperará al otro lado de la meta

Historias humanas del Ironman: Marino Orlandi se lanza a la aventura en honor a su mujer fallecida

"Marisa no me esperó". Tras más de quince años sin hacer el Ironman, el triatleta Marino Orlandi, volverá a participar en esta edición, que se celebra el sábado, 18 de mayo. Orlandi se enfrenta no sólo al desafío de terminar una de las pruebas deportivas más duras del mundo, si no también a la carga emocional que supone saber que su mujer, Marisa, no le esperará al otro lado de la meta.

Marino explica que siempre ha trabajado en la hostelería, por lo que "sentía que le debía muchas horas a mi mujer". Orlandi quería devolverle  a su esposa, cuando se jubilase, todas esas horas de calidad para así poder disfrutar juntos, pero no pudo ser así.

Marisa era quién animaba y apoyaba a Orlandi en cada reto. El deportista ha participado en tres ediciones del Ironman, el primero en 2022. Su mejor marca fue en 2004, cuando terminó el triatlón en 11 horas y 55 minutos. "Estuve muy contento porque pude bajar de las doce horas, aunque esta vez mi objetivo es terminarlo más que nada", explica.

Marino Orlandi se toma esta edición del Ironman como "un reto personal" para salir de una situación vital complicada. Se trata de una promesa que le hizo a su esposa. "Es una pena que no pudiera estar ella", lamenta.

Todo fue gracias a un pequeño empujón que le dio su entrenador. "Cuando me vio tan mal a principio de este año por el fallecimiento de mi mujer, me dijo: "venga, hazlo por ella, vamos a hacer otro Ironman, que estoy seguro que cuando lo termines te vas a encontrar mucho mejor"", explica Orlandi, "y no se equivocaba, tener ese objetivo ha sido lo que me ha hecho un poco pasar el día a día tras su muerte".

El recorrido ha cambiado, pero el triatleta asegura que se acuerda en qué puntos exactos de avituallamiento le esperaba Marisa y asegura que "en cuanto salga del agua y coja la bicicleta me acordaré de ella". Además, destaca la importante labor de los voluntarios y voluntarias durante la carrera. 

Orlandi cuenta que cuando le plantearon participar, no estaba muy motivado. "TardÉ un poco en verlo claro. Al principio ni si quiera lo contemplé a tan corto plazo, pero creo que o lo hago ahora, o no me hubiese animado".

El triatleta tendrá este año el apoyo de sus hijos y de su entrenador. "Ellos saben que cuando tengo un objetivo que cumplir, mi estado de ánimo cambia".

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