Escapada en el norte: coger la guagua en Haría y subir al pequeño Mirador de Malpaso

Mirador de Haría tras la rehabilitación.
Mirador de Haría tras la rehabilitación.

Hace dos años fueron inauguradas las nuevas instalaciones del Mirador de Haría tras permanecer largo tiempo cerrado y padecer otros tantos de rehabilitación fallidas

Escapada en el norte: coger la guagua en Haría y subir al pequeño Mirador de Malpaso

En septiembre de 2021, hace dos años, fueron inauguradas las nuevas instalaciones del Mirador de Haría, un equipamiento que, tras permanecer largo tiempo cerrado y padecer otros tantos de obras de rehabilitación fallidas, abrió de nuevo sus puertas. El mayor inconveniente para visitarlo es que su emplazamiento impide acceder en vehículo privado, por lo que, en el pueblo de Haría, hay que subirse a la guagua que hace este itinerario de forma gratuita. El proyecto lo firmó el arquitecto Miguel Ángel Fontes, del Ayuntamiento de Haría.

El Mirador de Haría también es conocido como Mirador de Malpaso y su factura original fue inaugurada el 6 de junio de 1966. En esta pieza se apreciaba la mano de César Manrique en el municipio en el que acabaría residiendo al final de su vida. El artista colaboró con este mirador empleando elementos característicos de la arquitectura tradicional lanzaroteña.

Factura original del Mirador de Haría. I
Mirador de Haría, tras la rehabilitación.

Un proyecto presentado al ministro Fraga en 1964

Corría el mes de septiembre de 1964 y todo estaba a punto para la visita del ministro de Información y Turismo. En la agenda de Manuel Fraga Iribarne figuraba reinaugurar la Cueva de los Verdes, esta vez oficialmente, y visitar las obras en los Jameos del Agua. La oportunidad fue aprovechada por el entonces alcalde de Haría, Juan Pablo de León Guerra, para presentar al ministro un proyecto de su Ayuntamiento, el Mirador de Malpaso, del arquitecto lanzaroteño Enrique Spínola González. Con un presupuesto de unas 300.000 pesetas, las obras serían ejecutadas por el Cabildo.

Luis Morales Padrón (Arrecife, 1932 – 2017), encargado general de Vías y Obras del Cabildo entre 1960 y 1997, relata en su libro biográfico (Colección Islas de Memoria, FCM, 2017), algunos detalles de la construcción de este edificio que se encuentra en las cuestas de Malpaso y ofrece unas hermosas vistas al palmeral del valle.

¡Ni se te ocurra Luis, está perfecto!

“El proyecto del Mirador de Malpaso era de don Enrique Spínola. Diseñó una construcción parecida a la de los militares en el Mirador del Río. Estaba bonita, pero César decía que aquello no iba allí. Se hizo la estructura y el techado, pero no me dejó hacer los parapetos para la azotea. Hizo un croquis: todo blanco, puertas y ventanas de madera y un aljibe pequeño. César se fue unos días de viaje y faltaba poner el piso. A través del cristal, viendo los enarenados negros, se me ocurrió poner el piso negro, y no le dije nada a nadie. Cuando regresó César estábamos poniendo el piso. ‘Si quiere, lo quito’, le dije. ‘¡Ni se te ocurra Luis, está perfecto!’, fue su respuesta. Le pregunté: ‘¿César, qué plantamos?’. Y me explicó la jardinería. Unas palmeritas, un grupito de piteras. Faltaban los muebles. Un sábado, en una de nuestras salidas, fuimos los cinco y César propuso que [Jesús] Soto hiciera los muebles como en el Jameo, de madera quemada”.

En los límites territoriales de Haría se encuentran dos importantes equipamientos públicos que se deben a la impronta de Manrique: los Jameos del Agua y el Mirador del Río. Además, sobresalen otras dos intervenciones que llevan su sello, una obra religiosa, la ermita de Máguez, y la vivienda en la que pasó los últimos años de su vida y que ha sido reconvertida en Casa-Museo por la Fundación César Manrique. Uno de sus Juguetes del Viento se alza en la rotonda de Arrieta.

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