‘Lanzarote, paisaje volcánico y Centros de Arte y Cultura’, vocación de Patrimonio de la Humanidad
Cinco bienes integran hasta ahora la lista de Patrimonio Mundial en Canarias: dos en Tenerife, uno en Gran Canaria y dos en La Gomera
Todos los grupos representados en el Parlamento de Canarias respaldaron la consideración del paisaje volcánico de Lanzarote y su red de Centros de Arte, Cultura y Turismo como Patrimonio de la Humanidad o Patrimonio Mundial. Sucedió en marzo de 2022 a raíz de una propuesta de resolución en el Pleno del Debate de la Nacionalidad presentada por María Dolores Corujo. Hoy, 16 de noviembre, Día Internacional del Patrimonio Mundial, es una buena fecha pare recordar aquella iniciativa y la gran oportunidad que supondría para la isla conseguir un reconocimiento tan extraordinario.
El Patrimonio Mundial está constituido por todos los bienes naturales y culturales que existen en el mundo y que forman parte de la riqueza y la herencia de toda la humanidad. De ahí la importancia de su cuidado, protección y preservación. Una consecuencia de ello es, por supuesto, que los países, regiones o ciudades que logran colocar un bien en ese listado pasan a formar parte del exclusivo grupo de lugares mejor valorados en todo el planeta.
Candidatura y tercer centenario de Timanfaya
Un año más tarde, aquella resolución parlamentaria tomó forma, pasó a denominarse ‘Lanzarote, paisaje volcánico y Centros de Arte y Cultura’ y se convirtió en una propuesta de candidatura encaminada a intentar obtener la declaración de una parte de la isla como Patrimonio Mundial por parte de la UNESCO. No obstante, dicha candidatura aún no ha sido oficializada y tampoco se sabe si la iniciativa está en la agenda del actual Grupo de Gobierno del Cabildo.
La idea original pretendía enlazar la candidatura de Declaración de Valor Universal Excepcional de ‘Lanzarote, pasaje volcánico y Centros de Arte y Cultura’ con la preparación del tercer centenario de las erupciones de Timanfaya, que comenzaron en el año 1730. La declaración la concede la UNESCO, el organismo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y al que ya compareció Lanzarote para solicitar y obtener la declaración de la Reserva de la Biosfera, en 1993, y el Geoparque, en 2015.
Valor Universal Excepcional
La idea parte de la certeza de que algunos lugares o bienes de Lanzarote, vistos en su conjunto, poseen un Valor Universal Excepcional que los hacen merecedores de pertenecer al patrimonio común de la humanidad. Debe precisarse que la propuesta se refiere sólo a una parte del territorio de Lanzarote y La Graciosa y, por otro lado, en caso de obtenerse, la declaración no significa imponer nuevas normas o leyes, sino asumir el compromiso voluntario de hacer las cosas correctamente.
La pregunta es pertinente. ¿Cuáles son esos lugares y bienes que podrían aspirar a obtener la declaración de Valor Universal Excepcional? La respuesta se dibuja en el propio enunciado de la propuesta: ‘Lanzarote, paisaje volcánico y Centros de Arte y Cultura’. Se trataría de varias cosas a la vez, por lo que la proposición tendría un carácter mixto, al estar integrada por bienes naturales y culturales.
Volcanes, agricultura y Manrique
La primera sería la acción de los volcanes y de la propia naturaleza, que han conformado la piel de la isla. En este ámbito figurarían el Malpaís y Volcán de La Corona, incluyendo la Cueva de los Verdes, Jameos del Agua y Túnel de la Atlántida, así como el Archipiélago Chinijo y el Parque Nacional de Timanfaya.
Otra consistiría en la intervención histórica de la población lanzaroteña en el territorio, especialmente en el ámbito de la agricultura tradicional, que ha dado lugar a paisajes agrícolas únicos. Este ámbito de la obra humana contemplaría La Geria y las Salinas de Janubio. Por último, la tercera pata sería la relectura contemporánea que realiza César Manrique de ambos aspectos, la naturaleza y la acción humana, a través de su obra de arte público y paisajismo, que denominó Arte-Naturaleza/Naturaleza-Arte: Jameos del Agua, Montañas del Fuego, Mirador del Río…
Podríamos estar ante otro enorme servicio póstumo de Manrique a su isla natal.
