El Partido Popular de Yaiza se suma al "desconcierto y malestar que tienen los vecinos de Uga" que hoy se han levantado y se han encontrado que ha desaparecido su plaza y que donde hasta ayer había cuidados muros, jardineras y plantas hoy solo existe un cúmulo de escombros.
“Es un despropósito total que el gobierno municipal haya decidido acabar de la noche a la mañana con la fisonomía tradicional de la plaza sin avisar ni informar previamente a los vecinos de cuáles son sus intenciones y qué se va a hacer allí”, denuncia el portavoz municipal del Partido Popular, Juan Monzón, quien reconoce abiertamente que su formación política no tenía conocimiento alguno de esta barbaridad.
“Tenemos la misma incertidumbre y la misma indignación que los vecinos, no solo de Uga sino de otros pueblos también, que al enterarse no paran de llamarnos enfadados denunciando el atropello que se ha cometido contra uno de los espacios más emblemáticos y de referencia de la localidad”. Y es que lejos de encontrarse deteriorada, la plaza de la Iglesia era muy bonita, estaba en buen estado y además no tenía problemas de accesibilidad, “por lo que no sabemos qué es lo que está pasando”.
“Ya que no lo hizo antes, está tardando el Alcalde en dar una respuesta al respecto y explicar públicamente a los vecinos de Uga, y del municipio en general, porqué ha eliminado uno de los espacios del pueblo que más simbología tiene al ir muy unido a la celebración de San Isidro Labrador.
Podemos se suma a la denuncia
Podemos expresa su apoyo a la población de Uga, en el municipio de Yaiza, que se ha manifestado enérgicamente contra la desconsideración por parte del Ayuntamiento en la toma de decisiones que afectan directamente a su entorno social y cultural. El reciente derribo de los muros que rodean el espacio del templo de Uga ha generado malestar entre los vecinos, quienes expresan su desaprobación ante esta acción unilateral.
Desde la perspectiva de Podemos, la población de la isla está experimentando un cambio en su tolerancia hacia las prácticas políticas autoritarias, donde las decisiones se toman sin consultar a los ciudadanos. Esta falta de transparencia y diálogo se ha evidenciado en la modificación de espacios públicos sin considerar las opiniones de quienes más los utilizan.
El caso recuerda a la intervención controvertida de Dimas Martín Martín en 2003, cuando se destruyó una lengua de lava declarada Patrimonio Cultural para instalar baños, lo que resultó en un pronunciamiento ciudadano limitado en ese momento. Sin embargo, la situación actual difiere en que el catálogo municipal no refleja adecuadamente los aspectos sociales y comunitarios de los lugares, limitándose únicamente al valor arquitectónico.
La iglesia de San Isidro Labrador en Uga, construida por decisión popular y con aportaciones de la comunidad, es un ejemplo destacado de la importancia del consenso y la participación ciudadana en proyectos locales. Sin embargo, el Ayuntamiento ha optado por procedimientos unilaterales que alejan la política municipal de la ciudadanía y limitan su capacidad de decisión sobre el futuro de su entorno.
En este contexto, la convocatoria ciudadana para expresar el descontento ante las decisiones del Ayuntamiento demuestra el arraigo de un espíritu de lucha y participación heredado de generaciones pasadas. La comunidad de Uga se une para defender sus derechos y reclamar un proceso democrático y participativo en la gestión de su espacio vital.
Réplica del AyuntamIento
En vista de informaciones inexactas e interesadas vertidas por partidos políticos de la oposición en Yaiza con respecto a la actuación en la plaza de la iglesia del pueblo de Uga, el gobierno municipal aclara que esta como otras obras corresponden al plan de actuaciones correctoras en materia de accesibilidad, iluminación, renovación y actualización de infraestructuras en edificios públicos y sus entornos para el cumplimiento, además, de la normativa de accesibilidad, ya que algunos de estos espacios fueron construidos en los años setenta, ochenta y noventa. Todas las intervenciones responden a solución de problemas y mejoras bajo criterios técnicos.
El objetivo en la plaza de Uga es suprimir barreras arquitectónicas y renovar las áreas ajardinadas consiguiendo la integración urbanística del templo en su entorno. Es obligación de las administraciones públicas aportar soluciones y ejecutar acciones, en el ámbito de sus competencias, que posibiliten el acceso universal de todos los vecinos y vecinas y visitantes a los espacios públicos.
Aparte, algunos edificios y/o espacios públicos cuentan con diseños inapropiados, infraestructuras anticuadas y en mal estado debido al desgaste de los materiales (pavimentos, revestimientos, pintura, humedades…) deficiencias en alumbrado exterior, ajardinamiento inadecuado y otros aspectos que también merecen la atención de las instituciones.
La pequeña plaza ubicada en el exterior de la iglesia de Uga data de finales de los años 70. En materia de accesibilidad, es un espacio que tiene pisos a diferentes cotas, que si bien inicialmente se salvaban con peldaños, con el paso de los años se han ido eliminando con la construcción de pequeñas rampas, introducción de elementos de jardinería para salvar desniveles y piedras decorativas, entre otros, los cuales si bien en su momento contribuyeron a mejorar en cierta medida la funcionalidad del espacio, en el presente no se adaptan del todo a la normativa en materia de supresión de barreras arquitectónicas, representando un problema para algunos usuarios.
En cuanto a la renovación y rediseño de elementos de jardinería de la plaza, aparte de cumplir con su función primaria como elementos decorativos, fueron emplazados en ese lugar con la intención de salvar las diferencias de cota entre la plaza y la acera lateral, que en la actualidad son de 25 cm, y con la entrada principal desde la calle Joaquín Rodríguez (15 cm).
En apariencia, el diseño de las jardineras no obedecía específicamente a la aportación de elementos vegetales decorativos, sino más bien, a la interposición de objetos que ayudaran a salvar las diferencias de cota allí presentes.
De haberse tenido en cuenta el diseño como elemento primordial, es probable que el coste de las obras en aquel momento se incrementase en gran medida dadas las circunstancias. Como es de suponer, se optó por una solución de compromiso que desde luego ha cumplido su función hasta el presente, pero que en los tiempos actuales carece de sentido toda vez que, en este tipo de espacios, se imponen cada vez con más firmeza conceptos como el de ‘Plataforma Única’, en la que es posible intercalar diferentes elementos funcionales integrados de forma armoniosa con el objetivo de aportar una accesibilidad sin barreras.
Otro problema detectado que causa daños en el paramento oeste de la iglesia de Uga, es la presencia de pequeñas jardineras ubicadas entre los contrafuertes del templo, las cuales son fuente de humedades en el interior, y cuya eliminación se hace necesaria para la mejor conservación del edificio. En su lugar se plantea la cobertura del espacio con solera de hormigón pintada de blanco, ampliando la acera.
En relación a la integración urbanística, hay dos extremos que merecen la pena ser mejorados con la adopción de soluciones sencillas pero efectivas. En primer lugar, se hace necesaria una modificación del radio de giro del vértice suroeste de la plaza exterior de la Iglesia, en el encuentro entre las calles Joaquín Rodríguez y la entrada a la calle Montaña Guardilama.
Tradicionalmente, el giro de acceso desde la calle Joaquín Rodríguez a la calle Montaña Guardilama, presenta un estrechamiento que dificulta las maniobras de muchos vehículos para entrar en la calle. Esto es debido a la geometría inadecuada de esa acera con un radio de giro de pequeñas dimensiones.
La solución consiste en la demolición de parte de dicha acera con la intención de incorporar a la misma una mayor apertura en el acceso por medio de un radio de giro de entre 2,50 m y 3,00 m, aunque habrá de estudiarse in situ otras interacciones para su implementación.
En segundo lugar, con la intención de aportar una mejor integración de los espacios públicos ubicados en la zona (plaza de la iglesia de Uga, Mercado Agrícola y explanada del Recinto Ferial), se hace necesaria una pequeña intervención consistente en la supresión de parte de una zona ajardinada de la plaza para ampliar la rampa que comunica esta con el mercado, ya que dicho plano inclinado no cumple con la normativa de accesibilidad al superar la pendiente máxima permitida para ese desarrollo horizontal, ni con el ancho mínimo libre de paso para el tránsito con silla de ruedas.
Por el momento se trata de obras de escasa entidad y complejidad y la actuación se divide en dos etapas. En una primera se aborda la demolición de pavimentos y bordillos deteriorados, acera exterior en calle Guardilama y su encuentro con calle Joaquín Rodríguez, demolición de jardineras, peldaños y hormigonado de soleras y reposición de bordillos.
Y para una etapa posterior, se prevé una actuación de mayor alcance que integre todos los espacios públicos antes mencionados, unificando criterios y dotando de una acera que permitirá a ciudadanos y ciudadanas discurrir por itinerario seguro desde la iglesia de Uga hasta las instalaciones del recientemente renovado Merendero de Uga, que se acaba de dotar de parque infantil inclusivo como también se dotó el área de juego infantil localizado al lado del CEIP Uga, dentro del programa de renovación de 24 parques infantiles del municipio.
En relación al proyecto de la segunda fase, el Ayuntamiento de Yaiza sacará a licitación el correspondiente proyecto técnico para contratar las obras de mayor calado. En este proyecto se estudiarán nuevas jardineras, alumbrado y nuevos pavimentos.
