El 86% de las aves muertas por colisión con tendidos eléctricos no son detectadas

El 86% de las aves muertas por colisión con tendidos eléctricos en Lanzarote y Fuerteventura no son detectadas, según SEO/BirdLife. El grupo conservacionista ha publicado en Ardeola, su revista científica, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC y de GREFA. El estudio arrojó una probabilidad general de detección de cadáveres de solo el 0,134, lo que significa que alrededor del 86,6% de los ejemplares muertos por colisión no son detectados.

 

La importancia del estudio radica en que ha proporcionado factores de corrección para obtener estimas no sesgadas de las tasas de mortalidad de aves. Hay tres fuentes principales de sesgo: la desaparición de ejemplares muertos por descomposición o eliminación por carroñeros, la detección imperfecta; y la caída de cadáveres fuera de la zona de rastreo. SEO/BirdLife, la Sociedad Española de Ornitología, es la ONG ambiental decana en el Estado español. Fundada en 1954, su misión sigue siendo la misma desde entonces, “con las aves como bandera, queremos conservar la biodiversidad con la participación e implicación de la sociedad”.

 

En el caso de las Islas Canarias, la mortandad por los tendidos eléctricos ha sido una de las prioridades de SEO/BirdLife desde las primeras investigaciones efectuadas desde la década de 1990 precisamente en Fuerteventura y Lanzarote. En dichos estudios comenzó a constatarse la muerte de especies protegidas, y, por ejemplo, en una prospección simultánea en ambas islas en 2005 se hallaron nada menos que 628 aves muertas bajo diferentes tendidos. En esos trabajos ya se indicaba que se trataba de una cifra mínima de ejemplares, por efecto de los carroñeros, detectablidad de los observadores, etc., por lo que el impacto real debía ser mucho mayor, recoge la crónica.

 

El estudio preliminar realizado por SEO/BirdLife, financiado por la Fundación MAVA y BirdLife International, que analiza el impacto de la colisión de aves en líneas eléctricas, determina que estos tendidos podrían estar causando la muerte de cinco millones de aves al año en todo el país. El análisis se ha realizado a lo largo de las principales rutas migratorias de las aves en la Península y contempla también la valoración de la eficacia de las medidas que se están implementando para evitar las colisiones. Incluye además un ensayo de modelo predictivo para contar con información de las zonas más peligrosas para las aves, publica Ardeola.