En la isla emerge una arquitectura que no responde por materiales, cromatismo, cerramientos ni volumetría y composición a la ‘marca Lanzarote’. Esta es una de las conclusiones de un diagnóstico sobre el paisaje insular, en su vertiente arquitectónica, que pone de relieve lo que todos sabemos, que las edificaciones en la isla se alejan de la tradición local y son cada vez más vulgares. La ‘marca Lanzarote’, en apretada síntesis, sería el resultado de la acción de la naturaleza y la histórica intervención humana en ella, respetuosa con el medio, más las aportaciones de César Manrique.
Basta con tener ojos en la cara. En el medio rural brota una arquitectura “que no responde por materiales, cromatismo, cerramientos ni volumetría y composición” a la ‘marca Lanzarote’. El diagnóstico hace referencia a edificaciones abandonadas y sin acabar o con bloque de hormigón visto, y a ornamentos inadecuados, como las balaustradas. También a edificios kitsch de alto impacto paisajístico por su estética pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto. En el campo, por último, se está viendo algo inaudito hasta hace bien poco tiempo: dejadez en el decoro y ornato de fachadas.
Faltan recursos para el mantenimiento y explotación del patrimonio
El abandono de la actividad agrícola, las construcciones ilegales, las escombreras clandestinas y los cerramientos de parcela con materiales efímeros e inadecuados, como los bloques de hormigón, acrecientan el deterioro. Pero, en el fondo, lo más grave para el conjunto son los procesos de insularización urbana del territorio, lo cual tiene una alta incidencia paisajística. Es decir, la consideración de toda la isla, prácticamente, como un territorio susceptible de acoger construcciones.
En el medio urbano se da la situación anterior, pero con algunos matices propios. Entre otros, la amenaza de nuevas volumetrías impactantes en altura o de ocupación masiva, o la presencia de ‘calvas’ en el espacio urbano que anuncian núcleos dispersos y que le dan la espalda a la posibilidad de compactar. El diagnóstico ha detectado que el 30 por ciento de los equipamientos y dotaciones se concentran en el municipio de Arrecife, donde reside el 40 por ciento de la población. Tías por su parte, concentra la mitad de la oferta alojativa.
Sobre el patrimonio, parte del cual se encuentra en estado de ruina o abandono, se dice que faltan recursos materiales y personales para su mantenimiento y explotación. Asimismo, se ha detectado falta de criterios de reinterpretación contemporánea de los recursos culturales históricos domésticos. Y esto sí que es un problema, porque se está señalando la falta de conocimiento.
No hay un criterio unificado de diseño sobre el mobiliario urbano
Para terminar, dos joyas más. No hay en la isla un criterio unificado de diseño sobre el mobiliario urbano, que es un verdadero popurrí, en general de mal gusto, y la falta de una dirección artística comprometida con la ‘marca Lanzarote’. Quizá por eso, se haya divisado un aumento del “monumento costumbrista” y sus riesgos, con especial incidencia en las rotondas.
A pesar de la merecida crítica al devenir de la arquitectura insular, los redactores del análisis creen que hay potencial suficiente para tratar de revertir estas tendencias negativas. Así, proponen sistema de protección de la arquitectura o el establecimiento de un pacto insular creativo que permita la redireccionar las manifestaciones artísticas como expresión de arte urbano.
Para finalizar, aseguran que “Lanzarote dispone de un patrimonio monumental creado por César Manrique, en donde establece una relación entre la vanguardia creativa y la esencia de los valores insulares que son admirados y apreciados por el turismo internacional”. Tras el merecido regaño, releamos el libro 'Lanzarote, arquitectura inédita', tomemos nota y actuemos antes de que sea demasiado tarde.
Biocrit, análisis crítico de la arquitectura
‘Biocrit. Análisis crítico del actual paisaje insular de Lanzarote’, es un diagnóstico sobre la distorsión en la singularidad paisajística y la marca Lanzarote. El trabajo surge a propuesta de la Reserva de la Biosfera con la intención de abrir un debate sobre la situación actual del paisaje insular. Asimismo, persigue generar un diagnóstico sobre la evolución de su calidad y sus posibles distorsiones.
‘Biocrit. Análisis crítico del actual paisaje insular de Lanzarote’ fue editado a finales de 2016. Su realización se debe a MPC Arquitectos, integrado por los arquitectos Flora Pescador, Vicente Mirallave y Jin Taira.