Top Secret, 14 de diciembre de 2018

Ástrid se impone

El Partido Popular ya tiene candidata al ayuntamiento de Arrecife. Repetirá Ástrid Pérez, que ya lo fue en 2015. Esta vez, sin embargo, ha tenido que dejar un par de cositas claras a alguien dentro de su propio partido.¿A quién? Siga leyendo...

Astrid se impone

El Partido Popular ya tiene candidata al Ayuntamiento de Arrecife. Repetirá Ástrid Pérez, que ya lo fue en 2015. Esta vez, sin embargo, ha tenido que dejar un par de cositas claras a alguien dentro de su propio partido.¿A quién? Digamos, de entrada, que todavía no tocaba elegir cabeza de cartel a la Alcaldía de Arrecife, pero los acontecimientos han acabado por precipitarse. Y han arrojado cierta sorpresa... aparentemente. Ha sido así porque desde hacía semanas se especulaba con la posibilidad de que el senador, Joel Delgado, fuera el elegido. De hecho, él mismo se encargó de enviar una emotiva carta (dicen los que la leyeron y todavía están conmocionados) en la que justificaba el por qué de su enésimo cacao mental dando marcha atrás en su decisión de abandonar la política al final de legislatura. Entre eso y el equipaje pisacharcos que se compró en el Decathlón para hacer ver a la vecindad de Arrecife lo mucho que le preocupa que llueva, se daba por hecho que ocuparía el primer lugar de la lista que más ambiciona. ¡Y de qué modo! Pero... en esta vida casi siempre hay un pero. Las encuestas no le son favorables. La presidenta de su partido, Ástrid Pérez, es mucho más querida y valorada que él en el viejo puerto. Todo el mundo, también dentro del partido, valora más a Ástrid. Pero Joel Delgado no se lo cree. Está convencido (¡otra vez!) que el mundo está contra él, que las encuestas son un montaje, que lo quieren hundir y que, como dicen que le pasó a una bruja en Blancanieves, no soporta verse en el espejo de la realidad.

La manzana de Antona

Así que se jugó el comodín de Asier Antona en plan manzana envenenada hacia Ástrid. Cuentan que el dirigente vasco-palmero se mostró un tanto receptivo con el hoy amulado Delgado. Y que incluso trató de hacer ver que el mundo perdería al mejor alcalde posible si el ahora muy irritado Joel no encabezaba la lista. Pero se topó con Ástrid Pérez y el PP de Lanzarote. Antona, de hecho, ya conocía al PP de Lanzarote. Y al ridículo porcentaje que le mostró su apoyo en las primarias (¿15%, fue?). Así que podía intuir lo que ha acabado pasando (y que ya le ocurrió a Soria una vez, hace años) Astrid Pérez se ha plantado, ha esgrimido encuestas y galones y le ha señalado a Antona quién manda aquí. Y de paso también al, en estas horas, encolerizado senador. Es cierto que la decisión final parece que la tomará algún órgano regional presidido por Asier Antona, pero se duda que tenga los charranes suficientes como para ir en contra de la decisión mayoritaria del partido de la tercera isla en importancia.

Histerismo nivel dios

Alguna de las personas que estaba delante cuando a Joel le dijeron que nones, cuenta que su reacción estuvo a la altura de las que él mismo dijo un día que ya no tendría más. Lo cual quiere decir que ha aprendido poco, tirando a nada. Hasta un seguidor del Atleti como el alcalde de Tías (Joel también es del Atleti y se dice que los seguidores de ese equipo se entienden entre ellos) trató de apaciguar los ánimos de un agitadísimo ex aspirante a alcalde. Pero en vano. Allí recibió todo quisque. De repente a los podemitas, a los socialistas, a la izquierda en general, a la prensa (al menos a parte de ella), a los fiscales malotes, a los secretarios municipales insensibles, a los concejales remisos en cumplir lo establecido... a todo ese universo que un día se conjuró para putearlo se le unía ahora su propio partido. Y él, todo discreción, serenidad y elegancia (es ironía), la emprende a voces hasta con aquellos y aquellas que, hasta hace bien poco, le tenían en consideración. Pero el respeto, que cuesta tanto ganarse, se puede perder en un minuto. Y en este caso ha sido todo más sencillo. La vida, en general, es más sencilla de lo que nos empeñamos en ver. Ha ocurrido que Ástrid Pérez es más valorada, y querida, dentro y fuera de su partido, es mejor candidata, genera mayor empatía, es capaz de crear grupo en lugar de destruir equipos... todo, en fin, bastante más simple. A veces se gana, y a veces se aprende. O no.

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