Canarias cuenta con el segundo peor gobierno de España, según el Índice de Calidad de Gobierno de la Unión Europea. Así lo ha puntualizado tercera edición, correspondiente a 2017, del estudio encargado por la Comisión Europea a la Universidad de Gotemburgo. Por países, España ocupa el puesto número 18 de 27. En el ámbito de Europa occidental, solo Italia y Grecia se sitúan por debajo de nuestro país.
Pues ya sabemos dónde está Canarias después de casi treinta años ininterrumpidos de presencia de un mismo partido político en el Gobierno autónomo: las islas se encuentran a la cola de la gobernanza española y europea. Ante un dato tan demoledor, parece que hoy, Día de Canarias, hay muy poco que celebrar, costumbres y tradiciones aparte.
El Índice Europeo de Calidad de Gobierno (EQI, por sus siglas en inglés) es el único indicador de la calidad institucional disponible en el ámbito regional en la Unión Europea. La calidad institucional se fundamenta en las percepciones y experiencias de los ciudadanos sobre tres indicadores: imparcialidad de la prestación de servicios públicos, calidad de los mismos y nivel de corrupción. Este análisis cualitativo se basa en encuestas a 78.000 ciudadanos europeos (cerca de siete mil en España).
El País Vasco encabeza el ranking de la calidad de la gobernanza en el Estado
Los resultados son desalentadores para el Archipiélago. De los tres indicadores analizados para las 17 comunidades autónomas españolas, las Islas ocupan el puesto 14 en imparcialidad de la prestación de servicios públicos, el último en calidad de los servicios públicos, y también el último en nivel de corrupción. Por lo tanto, líderes en corrupción y en la peor calidad de los servicios públicos.
En relación con el cuestionario, en lo referente a la imparcialidad de la prestación de servicios públicos se pregunta si algunos obtienen ventajas especiales en la educación, en el cuidado de la salud, en la aplicación de la ley y en el trato fiscal. O si, en cambio, todos son tratados como iguales. En el ámbito de la calidad de los servicios públicos, se indaga por la educación, la asistencia sanitaria y la aplicación de la ley. Y sobre el nivel de corrupción, se pregunta por su presencia en la educación, el cuidado de la salud, en la aplicación de la ley, en las elecciones y por la existencia de sobornos en los servicios públicos.
Cada 30 de mayo de conmemora en las Islas la primera sesión del Parlamento autónomo, que inició su andadura el 30 de mayo de 1983. Treinta y cinco años después, Canarias se encuentra en el bloque de las peores regiones europeas, en el vagón de cola de la calidad de la gobernanza. Hablando de nacionalismos, el País Vasco encabeza dicho ranking en el Estado.
Si de lo que se trata en esencia es de construir un país, el canario, hoy, 30 de mayo, Día de Canarias, ante datos tan demoledores, parece que hay muy poco que celebrar. Costumbres y tradiciones aparte (y tampoco sabría muy qué decirte…).
'Construir un país'
En la convocatoria de la edición de 2018 del Día de Canarias se pone de relieve que “somos nuestra historia, nuestros símbolos, nuestra forma de expresarnos; somos lo que nos acontece como colectivo, lo que nuestra excepcional naturaleza nos ofrece y hace ser”. Estas señas identitarias se fundamentan en el pasado y en nuevos signos, “que conforman un pueblo, el canario, en el que por encima de las diferencias, siempre hay algo que nos une: construir un país”.
El 30 de mayo, Día de Canarias, es la ocasión para festejar “por todo lo que nos distingue” y poner de manifiesto “la suma de voluntades, talentos y compromisos individuales que representan los más de dos millones de ciudadanos que habitamos estas Islas”. Una suma, “con la que cada día hacemos de Canarias un lugar mejor”. O así debería ser.