DÍA MUNDIAL DE LA DONACIÓN

Donantes de órganos, cuando las personas regalan vida

España es el país líder del mundo en donaciones de órganos y tejidos, pero Canarias le echa la pata por encima con 49,5 donantes por millón de población.
Donantes de órganos, cuando las personas regalan vida

Cada 14 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes. Esta fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el propósito de incentivar en todas las personas del mundo el querer ser donantes y así salvar la vida de otras personas menos afortunadas en lo que respecta a la salud física. Donar un órgano es donar vida. Bien lo saben los trasplantados y las personas y las familias que, generosamente, donan órganos.
 
El Servicio Canario de la Salud registró en 2018 un nuevo récord en donaciones
Los canarios no tienen necesidad de ser informativamente bombardeados con esta efeméride, ya que somos la comunidad más solidaria del planeta. España es, con diferencia, el país líder del mundo en donaciones de órganos y tejidos, con 34,6 donantes por millón de población (pmp), pero Canarias le echa la pata por encima con 49,5 pmp, nada menos. Para variar, el Servicio Canario de la Salud (SCS) registró en 2018 un nuevo récord en donaciones, lo que permitió a sus centros realizar 204 trasplantes de riñón, hígado y páncreas. 
 
Este año, el SCS también tenía previsto realizar trasplantes de corazón, unas operaciones que hasta ahora se efectúan en centros de la Península, a razón de entre diez y quince anuales. Pero, a pesar de las relativamente altas cifras de donantes en las Islas, lejos de conducir al triunfalismo las autoridades sanitarias subrayan la necesidad de profundizar en la donación. Cuantos más donantes, más trasplantes y más vida, ya que aproximadamente el 10 por ciento de los receptores fallecen mientras esperan recibir un órgano.
 
El coste económico que entraña una donación es cubierto por el Sistema Nacional de Salud
Para promover la donación altruista de órganos se creó en el país la Organización Nacional de Trasplantes, un ente público encargado de los asuntos relacionados con trasplantes. Su único fin es que el ciudadano que necesite un trasplante tenga las mayores y mejores posibilidades de conseguirlo. A esta entidad se le atribuye el éxito del reconocido modelo español de trasplante, recomendado por la Organización Mundial de la Salud y que se está aplicando en diferentes partes del mundo con resultados muy similares.
 
Tras la donación le sigue el trasplante, que consiste en sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que funcione adecuadamente. Hoy en día, constituye una técnica médica muy desarrollada que logra magníficos resultados para los receptores. No obstante, necesita obligatoriamente la existencia de donantes, ya que sin la solidaridad de estos no hay trasplantes. Las donaciones se realizan siempre de forma altruista y el coste económico que entraña todo el proceso es cubierto por el Sistema Nacional de Salud. Por ello, el órgano donado es trasplantado gratuitamente, sin que influya la condición social o económica del paciente que lo recibe.
 
Nadie puede donar ni recibir un trasplante con otras intenciones que no sea la solidaridad altruista
La donación y el trasplante se encuentran regulados por la Ley de Trasplantes, que garantiza, entre otros, dos aspectos fundamentales. En primer término, el altruismo de la donación, ya que nadie puede donar ni recibir un trasplante con otras intenciones o medios que no sea la solidaridad altruista. Y, en segundo lugar, la equidad en el acceso al trasplante, puesto que todas las personas tenemos el mismo derecho y las mismas posibilidades de recibir un trasplante, independientemente de nuestro lugar de residencia o de cualquier otra coyuntura personal. Esto es así, porque existe una red estatal de coordinación y trasplantes, sometida a rigurosos controles para verificar la igualdad de todos los ciudadanos.
 
Ahora bien, ¿quién tiene acceso a un trasplante? Pues las personas enfermas que sufren un daño irreversible en uno de sus órganos (hígado, corazón, pulmón, intestino, páncreas y riñón) y no pueden curarse con otro tipo de tratamiento médico. El trasplante es la única solución para evitar su muerte o para llevar una mejor calidad de vida. Con  el fin de garantizar los principios de igualdad y equidad, los criterios de trasplante se establecen teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales: territoriales y clínicos. El equipo de trasplante decide, dentro de su lista de espera, qué paciente es el más indicado para recibir el órgano, siguiendo los criterios clínicos como compatibilidad del grupo sanguíneo, características antropométricas o la gravedad del paciente.

Para ser donante de órganos, ¿qué tengo que hacer?

Si quieres ser donante de órganos solicita la tarjeta de donante, cuyo valor no es legal sino meramente testimonial. Esto significa que, en el momento de fallecer, si pudieras ser donante de órganos, tu familia va a tener que firmar el consentimiento para proceder a la extracción. Por ello, se aconseja que, en vida, manifestemos nuestro deseo con respecto a la donación de órganos. La familia, si es conocedora de la decisión del fallecido, tiende a respetar su voluntad.
 
Según nuestra legislación todos somos donantes, excepto si hay constancia escrita de lo contrario. No obstante, a la hora de decidir, las comisiones de trasplantes de los hospitales son muy respetuosas con la decisión de las familias. Por eso, es tan importante que seamos capaces de trasmitir a nuestro entorno más cercano lo que queremos que se haga con nuestro cuerpo.
 
Por último, existen muchos tipos de tejidos que también se trasplantan para curar enfermedades, aunque son bastante menos conocidos que los trasplantes de órganos sólidos.

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