LA PALMA

Se elevan a 946 las edificaciones destruidas por el volcán: 'Prevenir el estrés postraumático es clave'

En 24 horas han aumentado en 66 las construcciones destruidas por el avance de las coladas del volcán de La Palma, y los especialistas en salud mental insisten en la necesidad de destinar más recursos para todas estas personas.

Se elevan a 946 las edificaciones destruidas por el volcán: 'Prevenir el estrés postraumático es clave'

El número de edificaciones destruidas por la lava del nuevo volcán de La Palma desde el inicio de su erupción el 19 de septiembre se eleva a 946, además de otras 128 posiblemente afectadas, según la última actualización del sistema de satélites europeo de monitorización terrestre Copernicus.

Esto significa que en 24 horas han aumentado en 66 las construcciones, mayoritariamente viviendas, aunque también cuartos de apero, bodegas y otras instalaciones, destruidas por el avance de las coladas.

También sigue aumentando la superficie cubierta por la lava, que según datos actualizados en la madrugada de este domingo son 397,5 hectáreas, así como el alcance de las cenizas, hasta llegar a las 4.819 hectáreas. El número de kilómetros de carreteras afectados asciende hasta los 33,2, de los cuales 30,7 han sido destruidos por el paso de la lava.

"Lo peor puede estar por llegar, desde el punto de vista psicológico"

Ante toda esta tragedia, los psicólogos advierten, prevenir el estrés postraumático ante una situación emocional de pánico, como ha ocasionado la catástrofe de la erupción del volcán de La Palma, es "clave" para evitar que los síntomas de estos episodios difíciles de asimilar se cronifiquen y desencadenen en inseguridades y situaciones, ante las que no saber a qué atenerse.

Así lo explica en una entrevista con Efe la psicóloga sanitaria Xenia García, especialista en ayudar al cerebro a digerir experiencias difíciles, que quedan "atascadas" en la mente humana, como es el trauma emocional en los afectados por ante este desastre que viven los habitantes de esta isla.

Los equipos de psicólogos, añade, trabajan sobre el terreno para atender al impacto emocional de los afectados, pero cree que "lo peor puede estar por llegar, desde el punto de vista psicológico, según el manejo que se haga de la situación, emocionalmente hablando". El objetivo principal en el tratamiento psicológico ante la persona que está viviendo un trauma así sería prevenir un posible estrés postraumático para evitar que los síntomas se cronifiquen, añade Xenia García, también profesora del título 'Experto Universitario en Trauma y EMDR' de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

"Se tienen que dar todos los esfuerzos sobre las personas afectadas"

El EMDR, explica, es "un modelo psicoterapéutico, basado en que hay ciertas experiencias difíciles que vivimos porque son difíciles de asimilar y permite ver qué situaciones están un poco atascadas para ayudar al cerebro a dirigirlas". "En este momento -afirma- las personas afectadas (por este desastre), para poder gestionar el trauma, necesitan poder normalizar sus emociones y sensaciones".

Los desastres naturales, detalla, pueden interferir con algunas funciones sociales, cognitivas y emocionales, lo que significa, según esta psicóloga, que las personas afectadas pueden tener varios síntomas, como pesadillas, rabia, ansiedad, culpa o un mecanismo de defensa para poder distanciarse de algo que, emocionalmente, es "muy doloroso o muy difícil de asimilar".

Estos síntomas, en principio, desde su punto de vista, "son adaptativos porque los necesitamos para nuestra supervivencia", pero "el problema -advierte- va a ser después, si se mantienen en el tiempo". En este contexto, incide en que "se tienen que dar todos los esfuerzos" sobre las personas afectadas, sobre todo, "para prevenir ese estrés postraumático, que podría desencadenar en que la situación se mantenga cada vez más tiempo".

"Tiene que ser un derecho poder acceder a un especialista"

"Al final, si el período postraumático se alarga", asegura, puede desencadenar en que "los síntomas no desaparezcan, que el período de inseguridad sea más grande y la persona afectada no sepa a qué atenerse". Inciden en que no es nada fácil digerir ver que de la noche a la mañana lo pierdes todo y considera que, aunque cree que la ayuda material es "muy importante, también lo es la psicológica".

"Llevamos mucho tiempo necesitándolo", asegura esta profesional sanitaria, para quien "tiene que ser un derecho poder acceder a un especialista en salud mental, al igual que a cualquier otro servicio de salud, ya que cuando una persona no está bien emocionalmente el resto del cuerpo tampoco lo está".

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