Después de dos años de estudios y dos documentos

Se estudia la economía sumergida y seguimos en la inopia

En 2016, un primer estudio desveló que una de cada cuatro personas encuestadas reconoció haber trabajado sin contrato.

Se estudia la economía sumergida y seguimos en la inopia

Después de dos años de estudios y dos sesudos documentos, seguimos sin saber la realidad de la economía sumergida en Lanzarote. La Confederación Empresarial de Lanzarote (CEL) suscribió con el Cabildo un acuerdo para conocer las dimensiones de este problema y para combatirlo. Pero seguimos como estábamos. La economía sumergida es la suma de la economía informal y la economía ilegal. La economía informal es una actividad legal aunque se oculta en parte, normalmente para eludir a Hacienda o a la Seguridad Social. La ilegal, en cambio, está claro lo que es.

En 2016 y tras casi 800 entrevistas, el primer estudio de la CEL desveló que una de cada cuatro personas encuestadas reconoció haber trabajado sin contrato. El sondeo también desentrañó que a la mitad de los encuestados le habían hecho ofertas laborales sin contrato. La mitad de ellos había aceptado el trabajo. Estos datos ratifican lo que ya era sabido: que la economía sumergida en Lanzarote supone aproximadamente la cuarta parte de la actividad económica general.
 
Empresarios y sindicatos coinciden en que el paro registrado en Lanzarote “no es real”
 
En el caso de las mujeres, la mayor parte (el 51 por ciento) había trabajado de forma irregular en la hostelería, seguido del servicio doméstico (22 por ciento) y el comercio (19 por ciento). En cuanto a los hombres, el trabajo irregular se concentraría en la construcción (36 por ciento) y la hostelería (29 por ciento), seguidos de las reparaciones del hogar (13 por ciento). Otra conclusión del estudio es que tanto el empresariado como los sindicatos coinciden en que el paro registrado en Lanzarote “no es real, porque no es sostenible que una sociedad con este nivel de desempleo tenga un consumo tan elevado”.
 
El segundo estudio, realizado desde las empresas y empleando métodos indirectos, fue presentado en diciembre de 2017 y lleva por título “Aproximación a la economía sumergida en Lanzarote: Un análisis de datos empresariales”. La principal conclusión es que la trayectoria seguida por el empleo en las empresas de la muestra y en total de las de Lanzarote “es muy similar”. Así pues, “habría que buscar en otro tipo de entidades, o en el análisis de otras variables, la posible existencia de trabajo oculto”. Pues vaya…
 
Los costes laborales en los servicios son un 10% inferiores al promedio de Canarias
 
Sin embargo, el estudio se detuvo en la economía reglada, llegando a la conclusión de que los costes laborales en el sector de los servicios en Lanzarote son un diez por ciento inferiores al promedio de Canarias. Entre las razones que permiten explicar dicha diferencia se cita que en Lanzarote hay más contratos temporales, a jornada a tiempo parcial y en los grupos de cotizaciones más bajos que la media del Archipiélago. A los empleadores de la isla les salen más baratos sus trabajadores; pues qué bien.
 
El empleo sumergido es un problema de dimensiones económicas que tiene importantes repercusiones sociales. La economía sumergida produce competencia desleal entre las empresas, malas condiciones laborales, empleos precarios o escasas o nulas medidas de seguridad en el trabajo, pero, por otro lado, si las empresas no atienden sus obligaciones con Hacienda o con la Seguridad Social, el Estado obtiene menos ingresos. A corto plazo, cometer estas trampas afecta a la calidad de los servicios públicos, pero a largo plazo acaba dañando el sistema de pensiones.
De las grandes evasiones y fraudes fiscales tampoco sabemos nada en la isla. Otro aspecto de la peculiar inopia conejera…

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