La jueza no admite prorrogar la detención y el sospechoso declara en los Juzgados

Raúl Díaz Cachón, marido de la fallecida Romina Celeste y el principal sospechoso de su muerte, presta declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife.
La jueza no ha aceptado prorrogar la detención de Raúl Díaz Cachón, marido de la fallecida Romina Celeste y principal sospechoso de su muerte. Por lo que en la mañana de hoy miércoles se espera que el detenido preste declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife, que por otro lado, coincide que es el que tiene las competencias en los casos de violencia sobre la mujer.
El traslado de Rául Díaz a los juzgados de Arrecife tuvo lugar en la mañana del miércoles, tras su detención el pasado domingo 13 de enero y las investigaciones realizadas por la Guardia Civil. Precisamente los agentes de la Benemérita habian solicitado "la autorización judicial de la prolongación de su detención", que finalmente ha sido denegada, por lo que el único sospechoso tendrá que prestar declaración a lo largo del día de hoy.
También en esta jornada y según informan desde la Dirección General, la Guardia Civil continúa con "la inspección técnico-ocular de la casa donde residía y del vehículo de alquiler, presuntamente utilizado por el detenido para deshacerse de los restos de la desaparecida".
En las últimas 72 horas, Díaz Cachón, de 44 años, ha permanecido detenido en las dependencias de la Guardia Civil de Costa Teguise. En ese tiempo fue trasladado a su casa en el residencial El Palmeral para llevar a cabo una reconstrucción de los hechos y buscar restos orgánicos que apuntaran las causas de la muerte.
Hasta el momento y por lo que ha transcendido de las declaraciones del detenido ante los agentes, éste mantiene que encontró el cadáver de Romina cuando volvió a casa el día 1 de enero y que se deshizo del cuerpo por miedo, aunque en ningún momento reconoce la autoría de los hechos.
Los indicios señalan que el marido de Romina, trató de quemarla y deshacerse del cuerpo utilizando para ello la barbacoa de gas ubicada en el jardín de la vivienda. Según ha podido saber BiosferaDigital, el detenido habría mantenido el cadáver de la joven al menos, dos días en la casa antes de decidir arrojarlo al mar, y posteriormente, en su intento por deshacerse del mismo lo tiró en distintas zonas de la costa.
Sin embargo, en el registro efectuado este martes, los investigadores no hallaron la barbacoa citada y sí evidencias de que la casa habría sido limpiada a conciencia, supuestamente para eliminar cualquier rastro de lo que ocurrió.
En la investigación de los hechos, el equipo de Homicidios de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo del caso, ha estado apoyado en los registros por el Equipo Central de Inspección Ocular de Criminalística (ECIO) y por un can especializado en la búsqueda y localización de restos cadavéricos del Servicio Cinológico de la Guardia Civil.
Así mismo, en las tareas de búsqueda del cuerpo de la desaparecida están participando la Unidad de Helicópteros, el Servicio Marítimo y el Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.