HEMODONACIÓN

Lanzarote necesita duplicar el número de donaciones de sangre

Hacen falta más donaciones y más donantes para que población de la isla esté autoabastecida en sangre, ya que el nivel óptimo anual es cuarenta por cada mil habitantes.
Lanzarote necesita duplicar el número de donaciones de sangre

Nuestra generosidad colectiva es muy valiosa, pero insuficiente. Lanzarote necesita duplicar el número anual de donaciones de sangre para situarse en los niveles óptimos que recomienda la Organización Mundial de la Salud. La isla rozó el año pasado el índice de donación de sangre de 2006, que fue de 19,76, el más alto desde que se tienen registros en los últimos treinta años. El índice de donación de sangre refleja el número de donaciones por cada mil habitantes y en 2018 fue de 18,96. La OMS recomienda que, para que una población esté autoabastecida en sangre, el número de donaciones anuales debería ser de cuarenta por cada mil habitantes.
 
En la isla se registran unas ocho donaciones diarias, pero necesitamos duplicarlas
No obstante, las previsiones son buenas, ya que el número de donaciones está creciendo. El año pasado se produjeron más de 2.800 donaciones, frente a las 2.100 de 2017. En la isla se registran unas ocho donaciones diarias, pero necesitamos duplicarlas para que se pueda afirmar que la población está autoabastecida de sangre. De las casi tres mil donaciones efectuadas, la sexta parte se produjeron en el Hospital General Dr. José Molina Orosa, y el resto en las unidades móviles que despliega el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) por todos los rincones de la isla. 
 
Hay tres tipos de donantes. El donante nuevo es una persona que ha hecho su primera donación y, hasta la fecha, única donación durante los últimos doce meses. El donante habitual es una persona que ha hecho al menos dos donaciones en los últimos 24 meses y la última se ha hecho en los últimos doce meses. El donante recuperado es una persona que ha hecho al menos dos donaciones; este donante ha hecho una sola donación  en los últimos doce meses, y el intervalo entre esta última donación y la anterior es de más de 24 meses.
 
En Lanzarote hay un punto fijo abierto durante todo el año: está en el Hospital
Es habitual que el ICHH intensifique las salidas de sus unidades móviles en determinadas fechas para facilitar la donación de sangre, como podría ser la proximidad del puente de Semana Santa. La razón es que por estas fechas las donaciones de sangre se ven afectadas por los desplazamientos de los donantes habituales y los cambios de rutinas. Por ello, las donaciones descienden durante las vacaciones, a pesar de que las necesidades de los hospitales de Canarias se mantienen e incluso se incrementan, en especial de los grupos A y O- y B, que son los menos comunes.
 
Por lo tanto, ahora es el momento de donar e incrementar las reservas, el instante de hacer un regalo de vida y generosidad. Además, hay que tener en cuenta que la sangre caduca y que hay que transfundir con un período de tiempo determinado. Los hombres pueden donar cuatro veces al año y las mujeres tres. Las donaciones de sangre contribuyen a salvar una vida e incluso varias si se separa por componentes: glóbulos rojos, plaquetas y plasma. La importancia de la donación está en que, por ejemplo, para atender a las mujeres con complicaciones en el embarazo se necesitan alrededor de diez bolsas de sangre, mientras que los afectados de traumatismos graves provocados por accidentes de tráfico requieren, aproximadamente, unas 20 bolsas y un paciente oncológico a lo largo de su tratamiento unas 200 bolsas.
 
En Lanzarote hay un punto fijo de la Red Transfusional Canaria abierto durante todo el año. Se encuentra en el Hospital Doctor José Molina Orosa y abre de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 horas (salvo festivos).

Cómo donar sangre: hazte donante

Donar sangre es muy fácil. Puede donar cualquier persona sana, entre 18 y 65 años y que pese más de 50 kilos. Todo el proceso dura cerca de veinte minutos y consiste en recoger los datos personales, pasar una revisión médica, donar 450 centímetros cúbicos de sangre y, por último, se debe beber mucho líquido para recuperar el volumen extraído. La donación de sangre no duele. El pinchazo es similar al de cuando nos hacen una analítica. Tras la primera donación, se recibe el carnet de donante en el que aparece el correspondiente grupo sanguíneo.
 
Una vez donada, la sangre se analiza y se separa en los tres componentes sanguíneos: plasma, plaquetas y glóbulos rojos. Así cada paciente recibe lo que necesita. Por lo tanto, una donación de sangre asegura la transfusión a tres personas. Estos componentes sanguíneos se utilizan en diferentes tratamientos como intervenciones quirúrgicas, trasplantes, accidentes, enfermedades y tratamientos oncológicos, entre otros. El camino de la bolsa de sangre es largo. Desde que la donación sangre hasta que la sangre se transfunde a un enfermo pasan de veinte días a un mes. Por lo tanto, las donaciones de estos días llegarán a los pacientes en plenas fiestas navideñas.

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