AIEM, más de lo mismo

REA y transporte, contra las islas menos pobladas

El REA, las ayudas al transporte y el AIEM abocan a una empresa industrial a la extinción si está radicada en alguna de las cinco islas menos pobladas de Canarias.

REA y transporte, contra las islas menos pobladas

A Canarias le ha sido asignado el papel de economía de servicios especializada en el ocio. O en la reproducción de la fuerza de trabajo, si se quiere. Sol, clima, playas, diez o quince días de vacaciones, alcohol barato y vuelta al tajo en los países de origen. Por eso, el sector productivo pasa por una situación difícil, especialmente la industria. Sin apoyo real, la industria canaria no puede competir con los productos procedentes de otras latitudes. Pero, si está radicada en alguna de las cinco islas menos pobladas del Archipiélago, la industria está abocada a la extinción. Ni más, ni menos.

Gran Canaria y Tenerife padecen los costes de la insularidad, pero las mal llamadas islas menores son las más perjudicadas por la fragmentación y la lejanía de Canarias, por lo que soportan una doble -y triple- insularidad. Estas constituyen la periferia de la ultra periferia canaria que se pretende proteger desde la Unión Europea con medidas como el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) o las subvenciones al transporte. En ambos casos, el legislador sólo ha tenido en mente proteger la industria grancanaria y tinerfeña, por lo que la restante se encuentra desprotegida.
 
El REA se aplica sin tener en cuenta los efectos de la doble insularidad
 
En lo concerniente al REA, se aplica de manera idéntica a las empresas de Gran Canaria y Tenerife que a las de las islas menos habitadas, sin tener en cuenta los efectos de la doble insularidad, lo que distorsiona el mercado interior. Recordemos que el REA pretende garantizar el abastecimiento de Canarias de productos esenciales para el consumo humano y ganadero, la transformación y la utilización como componentes agrícolas, con vistas a paliar los costes adicionales derivados de su lejanía y de su situación ultra periférica. Los beneficios del REA son la exención de los derechos de aduana a los productos originarios de terceros países, y la concesión de ayudas a la introducción cuando se tratan de productos originarios de la Unión Europea.
 
En relación con las subvenciones al transporte entre islas, las menos pobladas se encuentran en una situación de desventaja respecto de las dos más pobladas, ya que introducen un efecto perverso: la competencia desleal. Y ello, no sólo en el sentido de obstaculizar el establecimiento de nuevas industria, sino porque eliminan de la competencia a las existentes, que son escasas y de pequeña o mediana dimensión, pero que  son industrias estratégicas de cara al abastecimiento del mercado local. Además, consideradas en su conjunto, estas industrias generan un importante volumen de trabajo, crean riqueza y, a menudo, garantizan el abastecimiento de productos de primera necesidad.
 
Reparto del mercado entre las dos islas más pobladas
 
La mentalidad insularista existente en Gran Canaria y Tenerife Canarias agudiza el que las islas menos habitadas queden reducidas a meros mercados marginales de ambas, de la misma manera que Canarias es un mercado marginal -y lejano- de la España peninsular. La explicación se encuentra en el carácter periférico y en el pequeño mercado de las islas menos pobladas respecto a las dos más pobladas, y en el carácter ultra periférico de Canarias respecto de la España continental.
 
Como consecuencia de la configuración actual del REA y del sistema de subvención al transporte, la tendencia actual es la consolidación de dos centrales de compras y almacenamiento, una situada en Gran Canaria para su provincia y la otra en Tenerife para la suya. Ello se ve reforzado por la estructura portuaria canaria, basada asimismo en dos grandes polos de importación y redistribución, favorecida asimismo por la lógica del transporte interno y del comercio interior.
 
La consecuencia es el reparto del mercado entre las dos islas más pobladas y por provincias. Los demás, cautivos y desarmados, estamos abocados a ser meros consumidores. Y simples espectadores de cómo se lo reparten. Lo dicho, el REA, las ayudas al transporte y el AIEM abocan a una empresa industrial a la extinción si está radicada en alguna de las cinco islas menos pobladas de Canarias.

El AIEM, más de lo mismo

Las islas menos pobladas están soportando un Arbitrio a la Importación y Entrada de Mercancías en Canarias (AIM) para productos que se fabrican solamente en Gran Canaria y en Tenerife. Y, ello, a pesar de que su finalidad es proteger y fomentar el desarrollo de la producción industrial en todas las Islas. Sin contar que el AIEM provoca un incremento de los precios de las producciones industriales.

La paradoja es que la recaudación del AIEM se usa para subvencionar el transporte entre las islas y para cerrar industrias y comercios en las islas menos habitadas. Dicho de otra manera: con el dinero de las islas menos pobladas que han pagado el AIEM, la política industrial de la Unión Europea y de España están favoreciendo sólo a las empresas grancanarias y tinerfeñas y hundiendo a las restantes.

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