EFÉMERIDE | Arrecife

Recordando los tres enlaces con el mar en Arrecife, de Carlos Jiménez

Se cumplen 22 años del Proyecto Marina de Arrecife. Tres propuestas para pensar la ciudad, puesto en marcha por la Fundación César Manrique para contribuir al debate de cómo diseñar el litoral de Arrecife, que aquel año celebraba su bicentenario.

Recordando los tres enlaces con el mar en Arrecife, de Carlos Jiménez

Arrecife: tres enlaces con el mar da nombre a una propuesta del arquitecto Carlos Jiménez para el frente litoral de la ciudad, y que formaba parte del Proyecto Marina de Arrecife. Tres propuestas para pensar la ciudad, presentado en 1998 con motivo del bicentenario de la municipalidad de Arrecife. La Fundación César Manrique (FCM) puso en marcha dicho proyecto como un modo de colaborar con las instituciones locales a la hora de diseñar el litoral de la ciudad, una pieza urbana de extraordinario valor que hasta la fecha se encontraba desatendida por parte de los responsables públicos. La exposición se inauguró el 17 de noviembre de 1998 en Arrecife, por lo que hoy se cumplen 22 años.

Arrecife: tres enlaces con el mar se inspiró en una evidencia que constató el arquitecto Carlos Jiménez. Cuando se llega a Arrecife desde el aeropuerto, la aglomeración homogénea de construcciones blancas parece ser el telón de fondo de un frente marítimo coherente y animado. Pero, poco después, al alcanzar la costa, la esperada fachada sobre el mar de la ciudad resulta ser una composición urbana fragmentada y diluida.

El dicho de que Arrecife ha crecido de espaldas al mar se hace aún más evidente cuando se comprueba el descuido hacia su borde marino manifiesto en la sucesión de episodios urbanos dispersos e incompletos, que no saca apenas partido de uno de los paisajes costeros más atractivos de la isla, según Jiménez.

El propósito de Arrecife: tres enlaces con el mar es subrayar la deuda que la ciudad tiene con el mar

Definida y limitada por el islote de Fermina a poniente y el islote del Francés a levante, la propuesta de Carlos Jiménez para el frente marítimo de Arrecife “procura crear un paseo litoral muy reconocible y continuo entre estos dos hitos de referencia: un paseo que subraya la importancia del mar como el rasgo más característico de la ciudad, a la que otorga belleza y personalidad”.

La propuesta Arrecife: tres enlaces con el mar sirve como soporte estratégico para la recuperación de zonas singulares de la costa que, en aquel momento, se encontraban parcialmente abandonadas, degradadas por los aparcamientos o en un estado de deterioro progresivo. Por citar un ejemplo, a finales del siglo pasado los coches podían aparcar  en la desaparecida explanada de la antigua fábrica de hielo situada frente al Bien de Interés Cultural del Castillo de San Gabriel.

El propósito de Arrecife: tres enlaces con el mar es subrayar la deuda que la ciudad tiene con el mar. “Aunque esta le haya dado la espalda para contemplar el inevitable desorden de su crecimiento periférico, el mar mantiene su lealtad milenaria”, señaló Jiménez. “Su reintegración a la vida de la ciudad debería ser el proyecto cultural que marque la coyuntura crítica de un segundo centenario. El mar es la cuna y el destino de Arrecife, y olvidarlo es renunciar a su propia existencia”, aseguró.

A la larga, el objetivo consistía en crear una fachada marítima que los ciudadanos “disfruten con alegría y con orgullo, un paseo público urbano que se enlace con las maravillas de un paisaje natural generoso e imprescindible”. Las zonas seleccionadas en la propuesta corresponden a los tres islotes principales de la ciudad: Fermina, el del Castillo y El Francés. Para dar al paseo identidad y continuidad, su recorrido se subraya con la plantación de palmeras nativas, que se agrupan con distintas densidades y ritmos, y que se intercalan con otras variedades de la vegetación insular.

Paseos, museos y hasta plataformas flotantes cerca del Parque Viejo

En el Islote de Fermina propuso rescatar y restaurar el diseño original de César Manrique, transformándolo en un acuario al aire libre para mostrar la vida marina. Para el Parque Islas Canarias sugirió delimitarlo con árboles y plantas litorales, que acompañaba en su borde por un estanque de agua marina con cascadas. Éste último “disuelve los límites aristados y duros que son dominantes en el encuentro de la ciudad y el mar, y abre amplias vistas hacia el horizonte”. Además de ofrecer sombra y brisa, el parque podría acoger una gran variedad de actividades recreativas: nadar, pasear, tomar el sol o, sencillamente, contemplar la pátina delicada del mar.

El Islote del Castillo de San Gabriel lo veía Carlos Jiménez como un paseo marítimo que  ofrece algunas de las panorámicas más atractivas de Arrecife, y exploran el territorio próximo como si formaran parte de un brazo extendido hacia el océano, que permite agradables paseos adentrándose en el mar. En el Castillo sugirió un museo que mostrara la relación histórica con el mar, y al lado, un café con mesas al aire libre. Al borde del parque Ramírez Cerdá introdujo tres plataformas flotantes directamente conectadas con cafés y restaurantes, de manera que se pueda comer o tomar un refresco mientras se disfruta de múltiples vistas.

Finalmente, Arrecife: tres enlaces con el mar propuso que los edificios y naves industriales existentes en el Islote del Francés se alteraran y remodelaran para usos culturales, entre los cuales el más significativo es un museo de la historia de las salinas. Otros elementos que propuso para el Islote del Francés incluyen un centro cultural, un paseo litoral y una playa abierta con vistas panorámicas. 

Tres propuestas para pensar la ciudad

El contenido de la iniciativa de la FCM incluía, como actividad central, el programa Tres propuestas para pensar la ciudad, consistente en el encargo a tres arquitectos de reconocido prestigio internacional, de tres propuestas de actuación urbanística en el litoral de la capital, que serían mostradas en una exposición y debatidas en unas jornadas de encuentro con los ciudadanos. El encargo fue realizado a los arquitectos Carlos Jiménez, Enric Miralles y Juan Navarro Baldeweg acompañados respectivamente en sus proyectos por los críticos Luis Fernández-Galiano, Ignasi de Solà-Morales y Simón Marchán Fiz.

El proyecto se concretó en dos aspectos básicos. Uno, interpretación personal de los grandes problemas que afectan a Arrecife, y dos, presentación de una propuesta general de reordenación del litoral, en la que se contemplaran las cuestiones decisivas que afectan a esta área clave de la ciudad: infraestructuras administrativas y culturales, muelle deportivo, nuevas edificaciones, ordenación del tráfico, aparcamientos públicos, zonas de ocio público, comunicación del muelle comercial con el núcleo capitalino, tratamiento del perfil marítimo, peatonalización de calles en el casco histórico y tratamiento del patrimonio histórico arquitectónico.

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