DÍA MUNDIAL DE LA VIDA SILVESTRE
La rica y discreta vida silvestre lanzaroteña

La avifauna ocupa un lugar destacado en la vida silvestre de Lanzarote y La Graciosa y, pese a su aridez, poseen un buen número de plantas exclusivas.
Sin demasiadas alharacas, Lanzarote participa este 3 de marzo del Día Mundial de la Vida Silvestre, una jornada que persigue fomentar la preservación de las especies animales y vegetales que se encuentran en peligro. Las principales amenazas que sufren las especies que se encuentran en su hábitat natural son la caza furtiva, el comercio ilícito y el cambio climático. Para reducir estas amenazas es necesario concienciar a la población y, sobre todo, a las nuevas generaciones de la importancia de conservar la biodiversidad de especies y de hábitats.
La campaña de este año se denomina Vida subacuática: para las personas y el planeta, y pretende llamar la atención sobre la necesidad de conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo sostenible. El énfasis se pone en la vida silvestre marina, tan abundante y diversa en las aguas lanzaroteñas y canarias y tan importante en nuestras vidas cotidianas.
Los océanos regulan el clima y producen la mitad del oxígeno que respiramos
Bien lo saben en Lanzarote y La Graciosa, dos comunidades en las que, hasta hace muy pocos años, la pesca era una actividad primordial para el sustento de muchas familias. La fauna marina ha sido el medio de vida para la civilización y el desarrollo durante milenios, nos ha suministrado alimentos y materiales para la artesanía y la construcción, además de enriquecer nuestras vidas desde un punto de vista cultural, espiritual y de ocio.
Por si no fuera poco, los océanos regulan nuestro clima, producen la mitad del oxígeno que respiramos, proporcionan nutrición a más de 3.000 millones de personas y absorben el 30% del dióxido de carbono que se libera a la atmósfera y el 90% del calor ocasionado por el cambio climático. Las grandes amenazas que se ciernen sobre el mar son, entre otras, la sobreexplotación pesquera, la pesca no sostenible y otras prácticas de extracción de especies marinas. Esto tiene un fuerte impacto no solo bajo el mar, sino en las vidas y el sustento de quienes dependen de los servicios de los ecosistemas marinos.
Existen más de treinta especies de aves nidificantes
Las aguas que rodean Lanzarote, y Fuerteventura, son el hogar de un tercio de las especies de cetáceos del planeta, resultando ser las más importantes de toda la Unión Europea por su inusual abundancia y diversidad, y una de las más destacadas a escala mundial. Cachalotes, zifios, calderones, rorcuales, delfines y otras muchas especies habitan esta zona de vital importancia para su alimentación, reproducción, cría y migración. Además, hay una gran biodiversidad en el ámbito de las especies de peces de interés pesquero y una Reserva Marina de Pesca en aguas del Archipiélago Chinijo.
La avifauna ocupa un lugar destacado en la vida silvestre de Lanzarote y La Graciosa, por lo que han sido declaradas varias Zonas de Especial Protección para las Aves. Existen más de treinta especies de aves nidificantes, al margen de las aves migratorias que visitan la isla. Entre las nidificantes destaca la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuerteventurae), una especie endémica de las dos islas orientales.
La musaraña canaria (‘Crocidura canariensis’), una rareza de la naturaleza
El Archipiélago Chinijo es el último reducto de la avifanuna marina canaria. En los islotes nidifica el paíño pechialbo (Pelagodroma marina), el paíño común (Hydrobates pelagicus), el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii) o el paíño de Madeira (Oceanodroma castro). Lo mismo sucede con varias rapaces, como el guirre o alimoche (Neophron percnopterus), el guincho o águila pescadora (Pandion haliaetus), el halcón de Berbería (Falco pelegrinoides) y el halcón de Eleonor (Falco eleonorae), una especie amenazada a escala mundial.
La mayoría de los mamíferos existentes en Lanzarote son introducidos, a excepción de la musaraña canaria (Crocidura canariensis), una rareza de la naturaleza, al igual que el cangrejo ciego (Munidopsis polymorpha), el pequeño crustáceo que habita en algunos jameos, como los del Agua, y que se encuentra en grave peligro de extinción. A pesar de que la isla es árida y cuenta con un escaso relieve, posee un buen conjunto de plantas exclusivas. En el macizo de Famara se concentra el mayor número de endemismos botánicos por kilómetro cuadrado de toda Europa. En este hábitat se desenvuelven dos reptiles endémicos, el lagarto Atlántico (Gallotia atlantica) y el perenquén majorero (Tarentola angustimentalis).
Tal es la potencia del paisaje insular que la rica vida silvestre se despliega con discreción. Las cuatro imágenes que acompañan esta crónica corresponden al águila pescadora, esqueleto de rorcual tropical, musaraña canaria y lagarto Atlántico.