Tomás Fajardo, el concejal

Tomás Fajardo, el concejal

El anuncio del concejal de Parques y Jardines, una de las responsabilidades de Tomás Fajardo en el Ayuntamiento de Arrecife, respecto a la realización de obras de su área, muestra una atención que para sí quisieran otros ediles. Ajardinado de rotondas y parterres, riego y plantación de árboles para dotar de sombra la ciudad, parecen unas medidas que se hacían esperar y que estaban poniendo en cuestión la competencia de la concejalía y la de los técnicos responsables del contrato de la concesionaria del servicio, así como la seriedad de la propia empresa que se encuentra obligada contractualmente a una serie de actuaciones que hasta el momento no ha cumplido plenamente.
 
De manera habitual, es la alcaldía la depositaria de las sugerencias de la ciudadanía, pero también la de las críticas por la falta de iniciativa, achacable a las diversas áreas de gobierno. Ello se produce porque el mecanismo para elevar unas y otras queda sometido a una cuestionable organización interna del Ayuntamiento, donde las solicitudes no se hacen llegar a quien el ciudadano disponga, sino al concejal a quien competa el tema de que se trate, y eso es decisión de los administrativos. Ello significa que una reiterada solicitud a la alcaldía sobre asuntos de limpieza nunca será de conocimiento de aquella, sino que la misma se trasladará directamente al concejal correspondiente. En este proceso, a pesar de que se cuenta con personal vinculado a la alcaldesa para hacerle llegar una información completa, se está perdiendo la oportunidad de que quien ostenta la máxima representación del Consistorio y de los ciudadanos conozca qué pasa en la ciudad. No podrá, por tanto, pedir cuentas a sus concejales por una eventual falta de atención o dejación de sus funciones. 
 
Conociendo cómo se lo hacen en el Ayuntamiento, la opacidad de unas y otras concejalías propiciará que no se rindan cuentas ante su jefe, y ello supondrá un desgaste de la alcaldesa ante una ciudadanía que se siente desatendida e ignorada. Las críticas sobre un anormal o irregular funcionamiento de cualquier área será para la alcaldesa, pues lo que parece es que desiste de su obligación de coordinación y de dirección, tanto como de su plan de gobierno. Si esta no conoce qué sucede ni qué inquieta a la vecindad, estará perdiendo la oportunidad de valorar si las demandas son atendidas, o ni tan siquiera sabrá si hay ciudadanos que aportan soluciones y visiones para el interés general y que podrían ser rentabilizadas por la Corporación si fueran consideradas.
 
El personal parece que anda instalado en un boicot a las directrices políticas
A Parques y Jardines le queda tarea, mucha, y deberá notarse antes de mayo de 2019 que cumple con sus deberes. De los resultados alcanzados en lo que queda hasta esa fecha habrá que hacer responsable al concejal, pero no podemos olvidar que del fracaso de su gestión habremos de hacer responsable, no a Fajardo, sino a quien corresponde dirigir el Ayuntamiento, pues ese fracaso será imputable a su poca atención y a su falta de proyecto. Si un proyecto es la peatonalización de la ciudad, no acaba de tenerlas todas consigo, pues asume como propia una actuación que financia otra administración como es el cierre de la avenida, y, una vez logrado ese objetivo, al menos parcialmente, no hay nada más que un agujero negro, pues no hay una actuación complementaria ni un diagnóstico de las carencias, evidentes y no atendidas, ni una propuesta de intervención. Nada. 
 
Efectivamente, no parece haber proyecto, no hay atención, no percibimos que exista una coordinación eficaz más que para lo cotidiano, para la cosa diaria a la que no le falta complejidad por los frentes que se abren. De manera general, el Ayuntamiento no cuenta con el personal más comprometido ni más eficaz. Es más, parece que andan instalados en un boicot a las directrices políticas. La falta de fortaleza del gobierno municipal, que no enfrenta con mucho éxito esta problemática, hace que se lea en clave de debilidad, y así les va. La nobleza de carácter de la alcaldesa la conduce a quedarse sola y a dejar todo como está, pues su afán de contemporización tiene como objetivo final la eficacia, y esta no llega.
 
Estaremos atentos a lo que pasa en Parques y Jardines, de la que entiendo que, para el contexto del municipio, es la concejalía estrella, asunto que pocos parecen vislumbrar, aunque Pedro San Ginés ya se ha enterado del tirón del asunto. Si la alcaldesa tuviera la más mínima idea de cuán rentable le iba a ser no la tendría como una maría, tanto como para dársela primero a una poco eficaz CC y luego al PIL. Ello demuestra lo mal asesorada que está o la poca atención que presta a sus asesores, suponiéndolos con algo de conocimiento. Buena rentabilidad para el bien general sacaron otros de su mismo partido en una etapa anterior desde esta misma concejalía. 
 
A criterio de cada cual queda saber si lo que parece es lo que es, o si lo que se ve es todo lo que hay. Decídanlo ustedes.

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