DÍA MUNDIAL DE LA VIDA SILVESTRE
Vida silvestre en Lanzarote, cada vez menos y más amenazada

La avifauna ocupa un lugar destacado en la vida silvestre, por lo que han sido declaradas varias Zonas de Especial Protección para las Aves.
Con discreción, Lanzarote y La Graciosa participan este 3 de marzo del Día Mundial de la Vida Silvestre, auspiciado por las Naciones Unidas. La campaña de este año se denomina Garantizar el sostenimiento de la vida en la Tierra y pretende abarcar todas las especies de animales y plantas silvestres como componentes clave de la biodiversidad mundial. Esta jornada nos brinda la ocasión de celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad.
La avifauna ocupa un lugar destacado en la vida silvestre de Lanzarote y La Graciosa, por lo que han sido declaradas varias Zonas de Especial Protección para las Aves. Existen más de treinta especies de aves nidificantes, al margen de las aves migratorias que visitan la marina de Arrecife, el resto de la isla y los islotes. Entre las nidificantes destaca la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuerteventurae), una especie endémica de las dos islas orientales.
La musaraña canaria y el cangrejo ciego, dos rarezas de la naturaleza
El Archipiélago Chinijo es el último reducto de la avifanuna marina canaria. En los islotes nidifica el paíño pechialbo (Pelagodroma marina), el paíño común (Hydrobates pelagicus), el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii) o el paíño de Madeira (Oceanodroma castro). Lo mismo sucede con varias rapaces, como el guirre o alimoche (Neophron percnopterus), el guincho o águila pescadora (Pandion haliaetus), el halcón de Berbería (Falco pelegrinoides) y el halcón de Eleonor (Falco eleonorae), una especie amenazada a escala mundial.
Entre los vertebrados, la mayoría de los mamíferos existentes en Lanzarote son introducidos, a excepción de la musaraña canaria (Crocidura canariensis), una rareza de la naturaleza, al igual que el cangrejo ciego (Munidopsis polymorpha), el pequeño crustáceo que habita en algunos jameos, como los del Agua, y que se encuentra en grave peligro de extinción.
A pesar de que la isla es árida y cuenta con un escaso relieve, posee un buen conjunto de plantas exclusivas. En el macizo de Famara se concentra el mayor número de endemismos botánicos por kilómetro cuadrado de toda Europa. En este hábitat se desenvuelven dos reptiles endémicos, el lagarto Atlántico (Gallotia atlantica) y el perenquén majorero (Tarentola angustimentalis).
Cachalotes, zifios, calderones, rorcuales, delfines y otras muchas especies habitan nuestras aguas
El Día Mundial de la Vida Silvestre también subraya la importancia vida marina. Por eso, se llama la atención sobre la necesidad de conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo sostenible. La vida silvestre marina es abundante y diversa en las aguas lanzaroteñas y canarias y es muy importante en nuestras vidas cotidianas. Bien lo saben en Lanzarote y La Graciosa, dos comunidades en las que, hasta hace muy pocos años, la pesca era una actividad primordial para el sustento de muchas familias.
Las aguas que rodean Lanzarote y Fuerteventura son el hogar de un tercio de las especies de cetáceos del planeta, resultando ser las más importantes de toda la Unión Europea por su inusual abundancia y diversidad, y una de las más destacadas a escala mundial. Cachalotes, zifios, calderones, rorcuales, delfines y otras muchas especies habitan esta zona de vital importancia para su alimentación, reproducción, cría y migración. Además, hay una gran biodiversidad en el ámbito de las especies de peces de interés pesquero y una Reserva Marina de Pesca en aguas del Archipiélago Chinijo.
Los océanos regulan nuestro clima, producen la mitad del oxígeno que respiramos, proporcionan nutrición a más de 3.000 millones de personas y absorben el 30% del dióxido de carbono que se libera a la atmósfera y el 90% del calor ocasionado por el cambio climático. Las grandes amenazas que se ciernen sobre el mar son, entre otras, la sobreexplotación pesquera, la pesca no sostenible y otras prácticas de extracción de especies marinas.