"Hay momentos en los que he sentido realmente el peligro, en lo profesional y lo personal"

"Pelear contra la corrupción evidentemente no es una tarea sencilla. Ha habido muchos momentos en esta lucha en los que he llegado a sentir realmente el peligro, peligro personal y profesional". Son las palabras de Irma Ferrer, abogada de Transparencia Urbanística y Acción Cívica contra la corrupción.

En el estreno de 'Relatos de Vida', en Biosfera Televisión, la abogada lanzaroteña cuenta en la entrevista, realizada en su casa, lo que ha supuesto para ella y su familia haberse dedicado toda su vida a perseguir la corrupción. Una emotiva conversación en la que Ferrer habla de su carrera profesional, pero en la también explica, con total transparencia, algunas anécdotas personales.

También hay personas que se han enfrentado a la corrupción y han acabado con su vida, totalmente desquiciadas

"Surgen amenazas, intentos de intimidación, intentos de compra, de dejarte sin trabajo o de desprestigiarte… Todo eso, cuando ya no solo te afecta a ti, sino también a tu entorno, a tu familia, se vuelve más complicado". Asimismo, Irma Ferrer aclara que no es una lucha que haya llevado sola. "Es un trabajo que siempre ha sido en equipo. Lo hacemos porque queremos y asumimos el precio que eso tenga".

A pesar de los malos momentos que ha vivido por su profesión, Ferrer lo tiene claro. "Mi balance siempre es positivo, pero porque yo soy una persona positiva. Yo creo que el mensaje, lo que dejas a tu alrededor, el ejemplo a tus hijos, con tu gente cercana, eso es lo que ganas. Realmente ha merecido la pena. Es sencillamente una aportación para que la sociedad mejore".

Un estado de ánimo que no siempre ha sido así. "También hay personas que se han enfrentado a la corrupción y han acabado con su vida, totalmente desquiciadas. Yo comparo a la víctima de la corrupción con la de violencia de género. Se sufre un maltrato institucional, social e incluso judicial, muchas veces, que lleva a personas a vivir al límite. Hay que tener una estabilidad emocional muy fuerte y una red familiar y vida personal muy protegida, firme y clara para poder dedicarse a esto. Muchos se han quedado en el camino porque no han podido soportarlo".

Ejercer con libertad, como hacemos nosotros, tiene un precio en este país. 

Un optimismo que, a veces, ha tambaleado en la vida de Irma, especialmente en los momentos mas críticos de su trayectoria profesional, no por pasión o convicción, sino por los miedos. "La lucha contra la corrupción es la lucha contra el sistema, y eso se paga. Ejercer con libertad, como hacemos nosotros, tiene un precio en este país. Por todo esto, sí he pasado momentos de miedo, de pensar que mi familia no merecía vivir esto".

A pesar de eso, su mirada siempre ha seguido puesta sobre la misma lucha. "A día de hoy, que veo a mis hijas fuertes, preparadas, que conocen el mundo, y que tienen convicciones muy fuertes, pienso que ese granito de arena ha valido la pena". De hecho, Irma Ferrer explica en la entrevista que nunca se ha arrepentido de su trabajo. "Pero sí he pasado miedo. Primero llega la campaña de ignorarte, de reírse de ti. Después llega la fase de tomarse en serio el trabajo que haces. Y después, la campaña de desprestigio social, donde tratan de dejarte sin trabajo. Y cuando superas esa etapa, llega la fase de intentar comprarte".

Nuestros representantes políticos no están a la altura, ni por asomo, del legado de César Manrique

La abogada lanzaroteña tiene claro dónde está el problema. "Los mecanismos de control no funcionan. Estamos envueltos en un estado de caciquismo, clienteral, donde ya no hay política, hay partidismo. Ya no se valora lo público. Hay una devaluación de lo público y de los sistemas de control".

Ferrer considera que el mensaje de protección del medio se está utilizando de manera "cínica" por parte de los cargos públicos. "Se tendría que estar hablando del cambio climático, de la crisis energética… Pero eso son mensajes a medio y largo plazo, y lo que vende es el discurso barato y rápido. Nuestros representantes políticos no están a la altura, ni por asomo, del legado de César Manrique", concluye la abogada en la entrevista.