Opinión

Atención geriátrica, 40 años de compromiso

Antiguo Hospital Insular del Cabildo de Lanzarote, hoy adscrito al SCS.
Antiguo Hospital Insular del Cabildo de Lanzarote, hoy adscrito al SCS.
Atención geriátrica, 40 años de compromiso

Hace muchos años, ya más de 40 años, comencé mi andadura profesional en esta tierra, mi tierra. Eran tiempos de cambios, de innovaciones, de muchas movilizaciones sociales, políticas y económicas. Era preciso reflexionar sobre nuestra sociedad, sus necesidades socioeconómicas, el devenir masivo del turismo y los cuidados para una población mayor que iba en aumento. No existían centros residenciales u otros centros sociosanitarios. Las personas mayores dependiente o con capacidad disminuida eran atendidas en el seno de sus familias, o bien éstas solicitaban a apoyo al Cabildo de Lanzarote, para facilitar el ingreso en el Hospital Insular.

El Hospital Insular, construido por el Cabildo de Lanzarote, hace más de 70 años, fue pionero en la atención sanitaria en la Isla. Sin embargo, no pudo desarrollar una función plena debido a la creación del Hospital Virgen de los Volcanes, que hoy en día es el centro de salud de Valterra. Este último estaba incluido en la red de hospitales de la Seguridad Social, proporcionando atención a los procesos de salud de la población.

Como resultado, el Hospital Insular quedó como un centro asilar gestionado por el Cabildo de Lanzarote, ofreciendo alojamiento a personas sin hogar con capacidad disminuida, ancianos sin familias y personas que requieren cuidados complejos que no pueden ser manejados en sus domicilios. Eran atendido por personal de una comunidad religiosa, y algunos médicos y practicantes (enfermeros) funcionarios del Cabildo. Estos
últimos compartían su trabajo con el hospital Virgen de los Volcanes.

Poco a poco, los cursos políticos y los gestores iban definiendo la sanidad de la isla. Se establecieron las incompatibilidades profesionales, y los profesionales del Hospital Insular se integraron en el hospital de la seguridad Social y sus ambulatorios. El Cabildo tuvo que contratar a profesionales que pudriera atender a sus funcionarios y a las personas que residían en el hospital Insular. Este grupo de profesionales multidisciplinares, entre los que me hallaba –médicos, enfermeras, psicóloga, fisioterapeutas y trabajadora social– liberados por el Dr. Domingo de Guzmán Hernández, nos planteamos ordenar la atención y cuidados que el Hospital Insular daba a las personas que vivían en él, y las que acudían de forma ambulatoria. La pregunta inicial que nos hicimos fue cómo hacerlo. Solo quedaba una alternativa: pensar en la atención geriátrica. Esta especialidad estaba despuntando en el Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid. Allí fui, para captar y formarnos en las directrices de la Geriatría.

Queríamos dar una atención de calidad a las personas mayores que se encontraban en el hospital Insular, y proyectar esta atención al resto del Área de Salud. No fue una tarea fácil debido a los hábitos de vida y rutinas de cuidados inveterados. El Cabildo de Lanzarote, con sus distintas corporaciones, apoyó la nueva dinámica asistencial, realizó las reformas en la infraestructura del Hospital Insular para adaptarlo a las necesidades asistenciales, y fue implementando el personal necesario que le íbamos indicando.

La atención asistencial fue basada en el desarrollo de los principios de la atención geriátrica: valoración integral del paciente (aspectos médicos, estado funcional y cognitivo y recursos sociofamiliar existentes y necesarios). Una vez llevada a cabo esta valoración, nos permitía conocer la capacidad de recuperación psico-funcional de los pacientes, sus necesidades paliativas y posibilidades de ser dados de alta a sus domicilios.

Además de organizar y adecuar la infraestructura del Hospital Insular, se realizó la selección de los pacientes por niveles asistenciales para garantizar unos cuidados dignos. Se propicia una atención centrada en las necesidades de las personas, en sus valores y estado psico-funcional, en el lugar adecuado con los recursos necesario para su recuperación funcional, manejo de las alteraciones psico-conductuales y cuidados en la demencia, atención paliativa y apoyo a las familias y cuidadores. De este modo, se da a conocer un modelo asistencial que garantiza conocer los problema de salud, su abordaje, seguimiento y cuidados dignos en todas las etapas del proceso asistencia.

Este primer nivel asistencial, lo definimos como Unidad de Media EstanciaRecuperación Funcional (UME/URF) y Unidad de Larga Estancia (ULE), y fue calando en la población y en las instituciones locales, al sentir el resurgir del Hospital Insular con una atención de calidad basada en la Geriatría. La colaboración con el hospital Virgen de los Volcanes y posteriormente con el Hospital Dr. José Molina Orosa ha sido plena desde la implementación de los niveles asistenciales del Hospital Insular. Se recibían, y reciben, pacientes con necesidad de recuperación tras un proceso de salud que ha mermado sus funciones, o bien paciente en situación de cuidados paliativos que no pueden ser atendidos en los domicilios. Se le procuraba, a los pacientes mayores, un tiempo de recuperación funcional, cuidados y seguimiento clínico específico que les permitía volver a sus domicilios en las mejores condiciones posibles. Se evita, de este modo, reingresos hospitalarios, caídas por desacondicionamiento funcional e institucionalización.

Con el devenir de los años y la implicación del Cabildo de Lanzarote, se crea la Unidad Geriátrica de Agudos/Subagudos (UGA) para atender a los pacientes mayores que son derivados del servicio de Urgencias al acudir por enfermedad, muchas veces reagudizaciones de enfermedades crónica que conllevan múltiples complicaciones.

Estas complicaciones incluyen empeoramiento de síndromes geriátricos ya conocido o la aparición de otros como disfagia, inmovilidad, ulceras por presión, incontinencia, alteraciones psico-conductuales, etc.

Posteriormente, para establecer altas tempranas de la UGA y UME se establece el Hospital de Día Geriátrico (HDG) para dar continuidad a la recuperación o bien realizar seguimiento clínico. Está conformado por profesionales sanitarios multidisicipliares (geriatra, enfermera, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, logopedas y personal auxiliar necesario), además de los medios técnico necesario como, análisis clínicos y radiología, con el apoyo de otros servicios del hospital Dr. José Molina Orosa.

Con este rescurso asistencial, se logra realizar diagnósticos tempranos en paciente con deterioro funcional agudo, alteraciones cognitivas, trastornos de conducta y deterioro físico no filiado. Al alta, se ofrece seguimiento en la consulta de atención geriátrica, que también atiende a pacientes de otros niveles asistenciales del Área de Salud de Lanzarote.

Dado que muchos pacientes presentan gran deterioro funcional que les impide la atención ambulatoria, se estableció la Unidad de Atención Geriátrica en los domicilios (AGD) que sirve, también de apoyo a las necesidades de valoración geriátrica de los equipos de Atención Primaria y familias. En los últimos años, y para cubrir otras necesidades específicas de la persona mayor, se ofrece atención Oncogeriátrica para aquellos pacientes mayores con diagnósticos de cáncer. En ella, se realiza la valoración geriátrica que define el perfil de fragilidad subsidiario de recibir tratamientos oncológicos específicos. También, la consulta de Ortogeriatría, que da continuidad al seguimiento de los pacientes mayores con patología traumatológica (fracturas de cadera o de otros tipo) dados de alta del Servicio de Traumatología, o bien otros derivados de la consulta externa de Traumatología para valorar el riesgo que puede suponer a la persona mayor una cirugía electiva (prótesis de rodillas y caderas).

Como podemos observar, el desarrollo del Hospital Insular ha sido ingente en estos 40 años. Sus niveles asistenciales han permitido crear la Unidad de Docencia en Geriatría, única en la Comunidad de Canaria.

Hoy, el Hospital Insular está muy mayor, pero, aun sostiene, dignamente, el peso de su labor asistencial. Lanzarote requiere un Hospital Insular renovado, adaptado a las necesidades de este tiempo, conservando sus directrices asistenciales, en su lugar actual o en el espacio que se defina. Necesita que su contenido no se desvirtúe, pues las necesidades de los pacientes mayores requieren atenciones específicas, como cualquier otro tipo de asistencia en otros tramos de edad o características de la enfermedad existente (procesos neurodegenerativos, ictus, patología oncológica, cardiológica, pediátrica, etc). Si no se presta esta atención, disminuye la calidad asistencial en el tramo último de la vida, se reduce la recuperación, con el riesgo de aumentar las estancias hospitalarias, y, fundamentalmente, podemos poner en riesgo la equidad del
sistema.

La atención a las personas mayores, y a aquellas otras con capacidad disminuida, requiere una colaboración estrecha entre Sanidad y los Servicios Sociales. Pues, la falta de apoyos sociofamiliares, dificulta el alta hospitalaria del paciente y, por lo tanto, genera un gasto sanitario muy significativo.

Después de tantos años dedicada a la atención de personas mayores en esta tierra, el nivel de atención más importante que requiere la Isla es una unidad de media estancia/recuperación funcional y larga estancia amplia, multifuncional, que albergue la recuperación funcional, las necesidades sociales urgentes y los problemas de cuidados temporales para persona en riesgo de exclusión social o bien en exclusión. Son estas las personas que más recursos sanitarios consumen si no se le ofrece unos cuidados dignos en el contexto de su enfermedad convaleciente.

En modelo de atención geriátrica, que se ha desarrollado, es parte de las características de la atención sanitaria de la Isla de Lanzarote, único en Canarias y reconocido a nivel nacional. Se ha construido para que perdure en el tiempo. Los cambios estructurales son inevitables pues la obsolescencia es la naturaleza de lo efímero, pero hay que tener en cuenta que los modelos son imperecederos, están sujetos al análisis y mejoras. Es el momento de reflexionar y analizar las mejoras que pueden darse cuando el Hospital Insular deje su ubicación actual y se establezca en el espacio sanitario y sociosanitario indicado.

Debemos defender siempre los niveles atención que nuestros mayores y sociedad requieren, para una atención centrada en sus necesidades, que les permita dignificar sus vidas hasta el final. Como ellos, nos veremos pues el paso del tiempo es inexorable. Lo que construyamos ahora para beneficiar a las personas vulnerables y familias será nuestro bienestar en el futuro y dignificará la labor de nuestros gestores.

Elisa Corujo. Geriatra

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