Opinión

La fuerza de un pueblo

Liderar los destinos de un pueblo no es una tarea fácil, faltaría a la verdad si banalizara la dedicación y trayectoria de cualquier gestor de lo público en una isla como Lanzarote, cuyos núcleos poblacionales se dispersan sobre la geografía permanentemente golpeada por el viento y la sed, sempiternos compañeros del paisaje quemado por los volcanes. 

Liderar el municipio de la Ciudad Histórica de Yaiza ha sido para mí un desafío, un proyecto en el que todo mi equipo - independientemente de ideologías- se ha cohesionado para lograr un objetivo común: mejorar la calidad de los vecinos y vecinas. Para esto hemos dedicado nuestro esfuerzo diario en apostar por nuevas infraestructuras, sanear las existentes, crear nichos de mercado turístico, potenciar la empleabilidad y la formación, sumar en cultura, contribuir a la dotación de los centros educativos,  ofrecer alternativas al ocio de nuestros mayores, respetar las tradiciones, potenciar nuestros recursos naturales, cuidar el medio ambiente, fomentar la puesta en valor de nuestra gente e implicar a todos – vecinos y visitantes- en la práctica deportiva, en resumen, “sumar” en clave de presente para que Yaiza sea un pueblo con personalidad y futuro.

Esto ha sido posible gracias a la puesta en marcha de un modelo económico y social que ha dado óptimos resultados, siempre desde el principio de la rigurosidad en la administración de los recursos económicos, en la contención del gasto superfluo, en la definición y consecución de los objetivos que los organismos superiores demandaban al municipio, asumiendo nuestros compromisos más elementales. Yaiza ha pasado de tener una deuda considerable - en el año 2012 se aproximaba a los 33 millones de euros- a no adeudar ni un euro en el año 2018, lo que denota el esfuerzo realizado no solo desde la Alcaldía, si no desde los propios trabajadores, cuya entrega en épocas de restricciones presupuestarias fue más que loable.

Nos hemos centrado en lograr el objetivo común anteriormente descrito, dejando de lado en ocasiones la “demandada cercanía con los vecinos, la presencia constante en actos públicos” para trabajar por Yaiza. Al éxito ha contribuido la independencia del grupo político que lidero en el Ayuntamiento, el no entrar en guerras partidistas, en no bregar en disputas políticas que conducen a la inestabilidad del gobierno municipal y el tener como meta final el bienestar de los vecinos, aportando la tranquilidad y la seguridad que demandan de su Administración más cercana.

Tengo la satisfacción del deber cumplido, de haber sabido aunar esfuerzos, de administrar de manera eficiente los recursos en beneficio de la mayoría de los vecinos y de los intereses de Yaiza, procurando la prosperidad que el municipio se merece y contando – siempre- con la “fuerza que nos da el propio pueblo”.

No hemos hecho otra cosa que cumplir con nuestra obligación al postularnos para gestionar el municipio, por eso espero que, en las próximas elecciones, los vecinos y vecinas de Yaiza, vuelvan a apostar por Unidos por Yaiza, UPY, pues aún nos queda camino por andar para lograr mejorar el sistema de convivencia social en base a los principios de libertad, justicia, solidaridad, equidad, respeto e igualdad que propugna nuestra vigente Constitución. Juntos, con esa fuerza que nos aporta la confianza de los vecinos y vecinas, perseguiremos una mayor eficiencia de los servicios, una mejora de las dotaciones e infraestructuras, la consecuente distribución justa de empleo y recursos, además de un horizonte plagado de las riquezas que genera Yaiza, en beneficio de las mayorías. 

Lo más difícil ya está hecho. Que nadie les confunda con esos discursos referentes al humanismo, al endiosamiento del hombre como centro del universo, porque lo que ahora prima es reivindicar los valores sociales, contribuir a mejorar el conjunto de la sociedad agobiada por el materialismo y los antivalores. 

Debemos hacer valer nuestro carácter de pueblo, nuestra identidad de pueblo abierto, trabajador y unido. En esto radica la fuerza de un político, la misma fuerza que ha motivado el trabajo mancomunado de los concejales, la fuerza que nos da la confianza de los votantes, y yo espero que, entre todos, “unidos y con fuerza” sigamos siendo un modelo de gestión para el resto de municipios de Canarias. 

Óscar Noda González es alcalde-presidente de la Ciudad Histórica de Yaiza

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