Opinión

La buena noticia

Efectos de la tormental tropical en Lanzarote (Efe)
Efectos de la tormental tropical en Lanzarote (Efe)

Esta última semana nos ha dejado la mejor noticia del año con el agua caída del cielo. Ha llovido cómo no ocurría desde hacía muchísimos años. Hay que dasandar mucho en el tiempo atrás para encontrar dos días seguidos de lluvia sin parar cayendo sobre las ocho Islas de nuestro Archipiélago –llover como lo ha hecho es una excelente noticia, beneficia a toda la ciudadanía así que no hay duda de que el auténtico beneficiario es el interés general–.

Los beneficios de los dos días de constantes e intensas lluvias se han repartido por igual para gracioseros, majoreros, lanzaroteños, grancanarios, palmeros, tinerfeños, gomeros y herreños. En esta ocasión, no se ha beneficiado a Tenerife sobre Gran Canaria; tampoco a las Islas verdes sobre las secas; el gobierno de la naturaleza ha sido justo y solidario con todos los canarios, independientemente de la Isla de procedencia o clase social. Ricos y pobres, en el campo o en la ciudad, autónomos, empresas grandes, medianas y pequeñas, profesionales y familias, absolutamente todos nos hemos visto agraciados con una lluvia que había empezado a ser casi recuerdo del pasado.En medio de una cadena de noticias y hechos cargados de incertidumbre y negativismo nos llegó este premio que nos ha regalado la naturaleza y del que todos tenemos participación.

Al martilleo diario en los medios de comunicación sobre las secuelas de la pandemia, los imparables precios de la energía y del gas, los incontenibles precios de los combustibles, la incontrolable inflación, los intratables precios de los alquileres, la ralentización de la economía, la inflación, el efecto en las economías familiares del alza del precio de las hipotecas, el incremento del empobrecimiento, la pérdida de poder adquisitivo, lo inalcanzable que se está poniendo para muchas familias los productos básicos de la cesta de la compra, se unía el parte de previsiones meteorológicas avanzado por los gobiernos de Canarias y España desde el inicio de la semana que auguraba la llegada del ciclón 

Herminia venia arrasando todo lo que se encontraba a su paso por el Caribe; en México había dejado treinta muertos, daños en las plantas petrolíferas y serios destrozos en las plantaciones de millo, caña, arroz, frijol, chile y tabaco. Canarias sumaba a la pandemia, los incendios y la erupción volcánica de La Palma los efectos colaterales de un previsible ciclón que nos amenazaba. Afortunadamente, en esta ocasión, las previsiones de las autoridades terrenales fallaron y el coletazo del ciclón nos dejo una Canarias empapada como hacía décadas que no se veía. 

El gobierno de la naturaleza se alió, en esta oportunidad, con las necesidades de las Islas. La madurez de un pueblo se mide también por la capacidad que tiene para desplegar medidas preventivas ante cualquier riesgo que pueda poner en peligro a sus habitantes y sus bienes. La información transparente a la ciudadanía y el despliegue de medios materiales y recursos humanos preventivos confirman los avances que ha experimentado el Archipiélago para combatir situaciones de emergencia.

A los enormes beneficios que ha traído la lluvia para nuestras Islas se une la buena marcha del turismo. De momento, parece que La Península sufrirá algo más que Canarias los efectos de la crisis que acecha a las economías europeas. La geografía, la naturaleza, el clima, el cielo, el mar y la biodiversidad, han vuelto  a ser nuestros principales aliados.

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