Empleo

Trabajadoras del hogar, campo abonado para la economía sumergida

Trabajadora del hogar
Trabajadora del hogar
Al cierre de 2022, en Lanzarote había tan solo 583 de personas afiliadas al sistema de personal doméstico, de un total de 60.715 personas afiliadas a la Seguridad Social
Trabajadoras del hogar, campo abonado para la economía sumergida

Según datos al cierre de 2022, en Lanzarote había tan solo 583 de personas afiliadas al sistema de personal doméstico, de un total de 60.715 personas afiliadas a la Seguridad Social. No llega ni al 1 por ciento. ¿Quiere decir esto que tan solo hay 583 personas empleadas del hogar en Lanzarote?

Seguramente hay muchas más, pero sin registrar en la Seguridad Social. El pasado 30 de marzo se conmemoró el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, una fecha oportuna para reivindicar sus derechos. El trabajo doméstico existe desde el principio de la civilización humana y siempre ha sido realizado por personas cuya condición económica o racial es la menos favorecida.

Tradicionalmente sus tareas no se ciñen sólo a la limpieza y el orden de la casa, ya que también suelen ocuparse de la compra, cocinar, la plancha y el cuidado de los niños, niñas y personas mayores. Se estima que en el conjunto del Estado solo cotizan unas 400.000 empleadas del hogar y las demás operan en la economía sumergida.

TÍPICA ACTIVIDAD INVISIBLE

Esta una de las típicas actividades invisibles que existen y va desde las antiguas criadas y sirvientas a las actuales trabajadoras del hogar. Son muchas, están mal pagadas y un buen número de ellas no tiene derecho a subsidio por desempleo ni a pensiones contributivas.

La lucha efectiva contra la discriminación de las personas que se dedican a las tareas del hogar, la creación de leyes que las amparen, el establecimiento de un pago digno por su trabajo y el derecho a una protección social por parte de los estados son avances registrados hace poco tiempo.

De hecho, su reconocimiento internacional es muy reciente, puesto que no es hasta 2011 cuando Naciones Unidas aprueba el ‘Convenio para asegurar el Trabajo Decente para los Trabajadores/as Domésticos’, que se erige en el primer documento internacional regulatorio de esta actividad económica. La ingente cantidad de trabajadoras del hogar invisibles, porque no están dadas de alta, no forman parte del grupo de los autónomos, tampoco del de trabajadores por cuenta ajena.

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