Efeméride

Se cumplen 198 años desde que cesó la última erupción en Lanzarote

Timanfaya.
Timanfaya
Después de aquellos sucesos, los volcanes de la isla han entrado en un período de calma, dejando su huella en el paisaje e impidiendo la habitabilidad de toda la zona
Se cumplen 198 años desde que cesó la última erupción en Lanzarote

En el siglo XIX se produjeron las últimas erupciones, de las que, como en las de 1730, existen documentos escritos de testigos presenciales. Entre ellos destaca el del cura de San Bartolomé, Baltasar Perdomo, en el que explica la actividad de los tres volcanes que surgieron. Los procesos eruptivos comenzaron el 31 de julio de 1824, en el volcán de Tao. Le siguió el volcán Nuevo del Fuego, también llamado Chinero, el único representante de esta fase eruptiva que se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional de Timanfaya, con una erupción al parecer muy violenta. Por último, el volcán de Tinguatón hizo erupción un anochecer.

“UNOS BRAMIDOS TERRIBLES”

En la madrugada de un 29 de julio 1824 se produjo un terremoto en la isla. Duró poco y no generó demasiada alarma entre la población, puesto que llevaba más de diez años viviendo así, de seísmo en seísmo. Sin embargo, este temblor anunciaba la última erupción acaecida en Lanzarote y que comenzaría dos días más tarde dentro de los límites del cortijo del clérigo Duarte, en Tao. Entre julio y octubre tuvo lugar la triple erupción que no revistió gran importancia. Los episodios del siglo XIX y los anteriores, acontecidos entre 1730 y 1736, dieron pie a la declaración de uno de los cuatro parques nacionales existentes en Canarias, Timanfaya.

En octubre, un día 16, comienza la erupción en Tinguatón. En los diarios remitidos a la Gaceta por el Regente de la Audiencia de Canarias, referidos al inicio de la erupción, se dice textualmente: “...después del anochecer como a las 6 1⁄4 hizo un gran estrépito, y se presentó al mismo tiempo una nueba erupcion con una grande columna de fuego tan recta y elevada que tenia iluminada toda la ysla, superando las grandes montañas que podian hacerle sombra; y con unos bramidos tan terribles que á pesar de estar acostumbrados á oir los dos volcanes anteriores, atemorizaba a todos los naturales” (ROMERO, C.: “Crónicas Documentales sobre las erupciones de Lanzarote”. Fundación César Manrique. Madrid, 1997).

CHIMENEAS VOLCÁNICAS ALINEADAS

El rasgo más significativo de la erupción del volcán de Tinguatón es la emisión de aguas salobres y calientes durante las fases finales. La emisión de agua ha dejado como testigo las chimeneas volcánicas, alineadas a lo largo de la fisura eruptiva, totalmente limpias y constituyendo simas de disposición vertical de entre 6 y 95 metros de profundidad. Las simas son muy espectaculares y el cráter y su entorno son de gran belleza. Tinguatón forma parte del Parque Natural de los Volcanes.

La actividad volcánica cesó en Lanzarote hacia el 25 de octubre de 1824. En enero de 1825, la Gaceta de Madrid, o antiguo Boletín Oficial del Estado, informa de las erupciones producidas en Lanzarote desde el mes de octubre de 1824. En el texto se incluyen los comentarios del alcalde mayor de la isla sobre el avance de la lava y la actitud de la población (núm. 12, de 27/01/1825). Después de aquellos sucesos, los volcanes de Lanzarote han entrado en un período de calma, dejando su huella en el paisaje e impidiendo la habitabilidad de toda esta zona.

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