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Manrique y los jardines y piscinas del Hotel Las Salinas

Solemos olvidar que los jardines, las piscinas y los murales ubicados en la zona de recepción y el restaurante del hotel son una creación de César Manrique.
Manrique y los jardines y piscinas del Hotel Las Salinas

Nos pasó desapercibido a muchos: el año pasado se cumplió el 40 aniversario de la inauguración del Hotel Las Salinas, en Costa Teguise, uno de los establecimientos alojativos más emblemáticos de la isla. Lleva la firma del arquitecto Fernando Higueras y fue distinguido con el Premio Internacional de Arquitectura. Solemos olvidar que los jardines, las piscinas y los murales ubicados en la zona de recepción y el restaurante del hotel son una creación de César Manrique.
 
En abril de 1994, el Cabildo procedió a la incoación del expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Jardín Histórico, a favor de los jardines interiores y exteriores del Hotel Las Salinas, a propuesta del Servicio de Patrimonio Histórico de la Corporación. El expediente caducó un año más tarde. En 2003 se volvió a la carga y en 2009 se produjo la denuncia de mora en la tramitación por parte del Ayuntamiento de Teguise. No hay constancia de que se haya declarado formalmente la caducidad del expediente, pero esto es lo habitual ya que así son las instituciones públicas en esta isla en materia de protección del patrimonio: resbaladizas.
Las obras del hotel se iniciaron en 1974, un año fecundo para el artista
 
Formarían parte de este nonato Jardín Histórico, el patio interior central y su continuación por su lateral con los jardines colgantes adosados al inmueble en niveles superiores. En el exterior la zona de jardines y piscinas, así como las terrazas exteriores que forman las jardineras colgantes. Asimismo estaría afectado por la incoación el mural fabricado en escayola, sin título y situado en el hall del Hotel, así como los murales de conglomerado volcánico denominados Atlántida, situados en el área de desayunos y restaurante.
 
Las obras del hotel se iniciaron en 1974 y la labor de César Manrique consistió en la ejecución de diversos murales interiores, diseño de la piscina y jardinería interior y exterior. Aquel fue un año fecundo para el artista, pues publica Lanzarote. Arquitectura inédita, funda el Centro Polidimensional El Almacén, inicia los trabajos de restauración del castillo de San José, futuro Museo Internacional de Arte Contemporáneo, y reconstruye la ermita de Máguez.
 
Las ideas de integrar aspectos del mundo natural a través de las alusiones al mar en los murales, a la naturaleza mediante la integración de una flora preferentemente endémica, y al entorno mediante el uso de materiales propios, como el rofe o la piedra natural, otorgaron al edificio una imagen muy peculiar. En el Hotel, Manrique aplicó ideas que pretendían la integración del edificio en la naturaleza, algo habitual en él.
 
La aportación más significativa de Manrique son los jardines interiores
Los jardines exteriores aparecen en las terrazas de cada habitáculo del hotel, a la manera de bancales envolviéndolo casi en su totalidad. Además, en torno a la irregular piscina surgen improvisados jardines que evoca al paisaje agrario de La Geria. Incluso las duchas fueron guarnecidas por delicadas construcciones de piedra basáltica. 
 
La aportación más significativa de Manrique son los jardines interiores. Dentro, la flora que se beneficia del agua que discurre bajo ella y los haces de luz filtrados desde el exterior crean un ambiente de sensaciones. Bajo el octógono del espacio unificador del edificio, el agua desciende entre  una frondosa vegetación que reúne múltiples especies. Las controladas cascadas de agua nacen en otro jardín situado en una cota superior. 
 
Sobresalen por último los murales diseñados por Manrique para este edificio. En el vestíbulo y, sobre todo, en el restaurante del hotel aparecen labrados en las paredes dos magníficas composiciones que manifiestan, una vez más, el carácter totalizador de su concepción del arte.

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