Plaga de Diocalandra frumenti

Salvar el palmeral de Lanzarote, un reto en marcha entre Cabildo y Gobierno de Canarias

María Dolores Corujo y José Antonio Valbuena 
María Dolores Corujo y José Antonio Valbuena 

La presidenta insular y el consejero regional de Transición Ecológica han hecho oficial la puesta en marcha de este proyecto, que tiene como objetivo aumentar las zonas libres de plaga y establecer las medidas que eviten la reinfección

Salvar el palmeral de Lanzarote, un reto en marcha entre Cabildo y Gobierno de Canarias

La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, y el consejero de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, han suscrito este jueves el convenio de cooperación entre la Institución insular y el Ejecutivo regional para la ejecución del plan de control y erradicación de la plaga de Diocalandra frumenti o picudín de las palmeras Phoenix canariensis de Lanzarote.

La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, agradeció la visita del consejero a la Isla y explicó que “este importante proyecto permitirá identificar y frenar uno de los principales problemas que padecen los numerosos ejemplares con los que contamos en Lanzarote”.

“De las 60.000 palmeras que hay en la Isla, más del 50% sufren de las consecuencias de estas plagas, por lo que este convenio de colaboración supondrá un gran avance en la recuperación de nuestro entorno”, añadió.

Por su parte, el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, detalló que el proyecto cuenta con un presupuesto de dos millones de euros repartidos a partes iguales entre las dos instituciones y sostuvo la necesidad y urgencia de ponerlo en funcionamiento, ya que esta plaga “está amenazando a la palmera canaria, un símbolo de Canarias por ser una especie endémica de nuestro archipiélago”. Así, expuso que se trata de una actuación larga que se iniciará con el trampeo masivo a base de feromonas, centrándose primero en el control de la plaga y, posteriormente, en la erradicación de esta.

El proyecto de protección de palmerales frente a la Diocalandra frumenti tiene como objetivo aumentar las zonas libres de plaga en la Isla y establecer las medidas fitosanitarias que eviten la reinfección desde las zonas muy afectadas, así como reducir la presión de plaga y controlar en aquellas zonas altamente afectadas.

Previamente a comenzar esta actuación se ha realizado un estudio de la situación de las palmeras en la Isla por parte de la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias, que se dividió en dos fases.

A través de la primera fase, se estudiaron las especies en los municipios de San Bartolomé, Tías y Yaiza, dando como resultado que el 80% de las palmeras inspeccionadas están afectadas por la plaga, con cerca del 51% de los ejemplares analizados con un grado de afección moderada, y el 49% restante con afecciones graves y leves en la misma proporción.

Mientras que, a través de la segunda fase de actuación, se diagnosticaron ejemplares en los municipios de Tinajo, Teguise, Arrecife y Haría. Del total de palmeras prospectadas, el 33% está afectado y la mitad de ellas tiene un grado de afección moderado, mientras que los niveles de afección leve y grave están presentes en la misma proporción.

Como conclusión de los análisis previos, se detectó que la Phoenix canariensis vive una situación muy peligrosa para el estado fitosanitario y la futura supervivencia de esta especie, por lo que se ha hecho imprescindible actuar.

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