Para mareas de septiembre, las del Pino en el pueblo de Punta Mujeres

Punta Mujeres.
Punta Mujeres.

Hijos e hijas de Haría se han asentado en Punta o en Arrieta en busca de un clima más benigno entre grandes charcos reconvertidos en piscinas naturales

Para mareas de septiembre, las del Pino en el pueblo de Punta Mujeres

Como cada año, Punta Mujeres celebra este viernes, 8 de septiembre, el día grande de sus fiestas. Esta festividad suele empezar cuando Caleta de Famara vive su máximo esplendor y acaba cuando Yaiza disfruta sus días por Los Remedios. Atrapadas por estas dos multitudinarias celebraciones, la festividad del Pino queda solapada incluso por las grandes mareas que, más o menos por estas fechas, señalan el equinoccio de otoño.

El núcleo más poblado de Haría

El equinoccio de otoño se caracteriza porque el día tiene una duración igual a la de la noche en todos los lugares de La Tierra. De hecho, la palabra equinoccio proviene del término latín aequinoctium que significa ‘noche igual’. Como quiera que sea, con o sin mareas, y aunque la basílica situada en Teror reclame la atención mediática en las Islas, las 1.370 almas que residen en Punta Mujeres conmemorarán el día del Pino este 8 septiembre. Lo harán para despedir formalmente el verano y para reivindicar, entre otras cosas, su hegemonía poblacional en el municipio, por delante de Arrieta y Haría.

Punta Mujeres es el núcleo con mayor número de residentes del municipio. Entre vivir en Haría o en Máguez, hijos e hijas de Haría y sus descendientes no tienen la más mínima duda y, desde hace algunos decenios, se inclinan por asentarse en Punta o en Arrieta, junto al mar, en busca de un clima más benigno entre grandes charcos reconvertidos en piscinas naturales y recogidas calas. Este asentamiento surgió a principios del siglo pasado, cuando se establecieron en él algunas familias que se dedicaron ocasionalmente a cultivar la tierra y a la pesca.

El rapto de unas mujeres

Sobre el origen del nombre de la localidad, Agustín Pallarés Padilla propuso como motivo del topónimo un suceso histórico acaecido en 1537. En esa fecha, zarparon de Sanlúcar de Barrameda unas naves españolas con destino al Nuevo Mundo, pero cuando la flota se encontraba en aguas de Lanzarote fueron abordadas por unos buques de guerra franceses que raptaron a las mujeres y las retuvieron durante unos días.

Finalmente, decidieron abandonarlas completamente desnudas por esta zona litoral de la isla, entonces completamente desierta. Según Agustín Pallarés, la conmoción que produjo este suceso sería motivo suficiente como para que el lugar tomara desde entonces el nombre de las infortunadas mujeres, como señalan Maximiano Trapero y Eladio Santana Martel en su Toponimia de Lanzarote.

El nombre de mareas del Pino proviene de la cercanía de esta circunstancia meteorológica con dicha festividad y tiene toda la pinta de que fue acuñado en Gran Canaria. Se trata de un fenómeno en el que las mareas fluctúan de manera exagerada ocasionando las denominadas bajamares y pleamares extremas. Con el equinoccio otoñal, aumentan la marea y el tamaño de las olas, pero su fuerza y sus efectos dependen de diversos factores, como la presencia de fuertes vientos y mar de fondo —en las Islas lo llamamos reboso— con pleamar muy viva. Las mareas grandes coinciden tanto con la luna llena como con la luna nueva.

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