Medalla de plata en la 'International Wine & Spirit Competition 2018'
Ave del Paraíso, la ginebra que sabe a Lanzarote
Recientemente, la joven ginebra artesanal de Roberto Acuña ha sido galardonada por su excelencia en la 'International Wine & Spirit Competition 2018' con la medalla de plata de su categoría.
En la misma bodega en la que de pequeño pisaba las uvas moscatel con las que su familia paterna hacía cada año una pequeña producción de vino para consumo propio, Roberto Acuña se puso manos a la obra. Como Martin Luther King, él también tenía un sueño: elaborar su propia ginebra. Pero esto no es fácil cuando no perteneces a uno de esos clanes en los que la fórmula de la bebida va pasando de generación en generación.
Ave del Paraíso es un invento, nunca nadie antes había destilado batata
A pesar de las dificultades; el ímpetu, el arrojo, la constancia y el ingenio de este conejero han hecho posible que a día de hoy podamos disfrutar de una joven ginebra elaborada con botánicos cultivados en Lanzarote. Enebro, cardamomo, batata, piel de lima, caña de limón y el ingrediente secreto. Ave del Paraíso es una ginebra seca con toques cítricos. Es una bebida con carácter. Sabe a Lanzarote. Y también es un invento porque nunca nadie antes había destilado batata.
Para encontrar el origen de Ave del Paraíso hay que remontarse a una visita a la Destilería Glenfiddich, en Escocia, hace aproximadamente tres años. En esa whiskería, Roberto degustó ginebra por primera vez. En la copa, una rodaja de pepino. ¿Y eso, por qué pepino y no otra cosa? Le explicaron que la ginebra que estaba tomando llevaba pepino destilado y, a partir de ahí, a Roberto le saltó la chispa, le surgió el interés por destilar otros ingredientes.
Al llegar a Lanzarote, le pidió a su madre una olla exprés y, tras ver un par de tutoriales por Internet, comenzó a sumergirse en el mundo de los destilados: fresas, hierba huerto, aloe… Todo lo que pillaba. Se montó un circuito casero, sin embargo, por miedo a que todo aquello saltara por los aires, no dejaba que los productos llegasen a destilar y lo que obtenía era una especie de macerado.
Al tiempo que aumentaba su curiosidad y sus conocimientos en la materia, también incrementaba la compra de artilugios. En su casa, el material con el que estaba haciendo pruebas ya no cabía. Su hermana mayor le dio la idea cuando le propuso retomar la elaboración de vino casera y desempolvar la bodega de sus abuelos. Sin embargo, Roberto ya destilaba peras, fresas, guayabos… y tenía otro plan.
Roberto montó su laboratorio adquiriendo poco a poco y con esfuerzo el material necesario
Pidió las llaves a su abuela y reabrió las puertas de la vieja bodega ubicada en Uga que llevaba sin elaborar vino desde hacía más de 10 años. Una vez instalado, Roberto montó su laboratorio adquiriendo poco a poco y con esfuerzo el material necesario para hacer las pruebas que diesen definitivamente con la fórmula de su gin: un alambique de cobre, pipetas, vasos de precipitados, goteros, probetas, densímetros…
Silenciosas, las barricas todavía llenas del vino de la última añada han sido testigo del progreso de Roberto, del paso de su alambique de cobre a su alambique de cristal. De todos sus destilados… y de cada uno de sus ensayos. Las malas hierbas que crecían a la entrada de la bodega se han convertido en una bonita plantación de caña de limón, hierba huerto, menta, romero, caña de azúcar, tomillo, hasta un papayo y un olivo.
Entre pruebas y compras de material, Roberto recorrió miles de kilómetros con la maleta a cuestas llena de botánicos de Lanzarote. Visitó destilerías en Madrid, Granada o Barcelona y, a pesar del hermetismo de sus propietarios, que a veces le atendían y otras le daban largas, observó el trabajo de los profesionales y algo aprendió.
Cansado de lidiar con la impermeabilidad del sector, asumió que el aprendizaje tenía que ser por cuenta propia y empezó a empaparse libros de botánica y retomó los conocimientos de química que había dejado aparcados en las aulas del Agustín Espinosa.
Estos inicios, aunque recientes, ya han quedado atrás. De hecho, han quedado tan lejos que Roberto ya está explorando otros campos. Licores en los que combina frutas, hojas y botánicos. Ha realizado más de 10 tipos diferentes, haciendo predominar a veces el sabor de la fruta, otras el de la especie o el botánico elegido.
Galardonada por la 'International Wine & Spirit Competition' con la medalla de plata
Recientemente, su ginebra ha sido galardonada por su excelencia en la 'International Wine & Spirit Competition 2018' con la medalla de plata de su categoría. Pero el camino hasta aquí no ha sido fácil. Al contrario, fue tan complicado que inicialmente Roberto combinaba su trabajo en un departameno de Recursos Humanos con sus experimientos en el laboratorio. Jornadas maratonianas con una hija pequeña de por medio. Eso sí, ahora puede decir que su sueño se ha cumplido: Roberto vive de lo que le gusta, y lo mejor es que gusta de lo que vive.
Presentación de Ave del Paraíso en Gran Canaria
Este, jueves 26 de julio, Ave del Paraíso desembarca en Gran Canaria bajo el paraguas del importante distribuidor Suárez Yáñez. Su presentación se llevará a cabo en la Terraza Elder ubicada en el Parque Santa Catalina de la capital grancanaria a las 19:00 horas y está previsto que acuda el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés.