Hay quien cree que con la llegada del año nuevo se dejan atrás los excesos con la comida que se suelen cometer por estas fechas. ¡Ni por asomo! Todavía es posible coger algún kilogramo de más hasta la llegada de los Reyes Magos de Oriente. Aún podemos dejarnos arrastrar por el espíritu de la Navidad, disfrutar de los paisajes de la isla aunque la lluvia no haya aparecido y salir a comer con la familia y los amigos. Una opción es coger rumbo norte por el litoral de sotavento.
Tres localidades costeras, Arrieta, Punta Mujeres y Órzola, aguardan a los ingenuos que se echan a la carretera creyendo que ya pasó el riesgo de coger algún kilito de más. Total, el pescado no engorda, pensarán los más incautos. Y razón llevan, pero sólo si se limitaran a pedir pescado. El problema estriba en que es muy difícil sentarse a la orilla del mar en alguno de los muchos y buenos establecimientos existentes, disfrutar de un día soleado a primeros de año y negarse a probar un trozo de pan con mojo o unas papas arrugadas, entre cerveza y cerveza. Ya puestos, que no falte el postre.
Los vecinos de Arrieta hace tiempo que se acostumbraron a recibir visitas a la hora de la comida
Los 900 habitantes del apacible pueblo costero de Arrieta hace tiempo que se acostumbraron a recibir visitas a la hora de la comida. Desde la Playa de La Garita hasta la otra punta del pueblo, por encima del muelle, varios restaurantes compiten entre sí por ofrecer vistas al mar y una cocina al gusto de unos paladares cada vez más exigentes. Según Gregorio Barreto Viñoly, el origen del nombre de Arrieta surgió a raíz de la conquista de la isla en 1402.
La playa tomó el nombre de rada de Arriete, debido a que el conquistador normando Arriete Perdomo desembarcó en Lanzarote por este fondeadero. La formación del pueblo es posterior. A mediados del siglo XX, personas pudientes del pueblo de Haría construyen algunas viviendas de veraneo y, junto a algunas chozas que fueron formando las familias marineras, fundan la localidad, hoy convertida en un núcleo residencial y vacacional.
Punta Mujeres creció al abrigo de la actividad salinera tradicional
Al lado se encuentra Punta Mujeres, el paraíso de los charcones y el núcleo más poblado del municipio de Haría. En los años treinta del siglo pasado vivió un impulso al asentarse varias familias llamadas por la creación de unas salinas, cuyo trazado aún es perceptible. No se sabe a ciencia cierta el motivo del nombre del topónimo, aunque la presencia del término ‘Mujeres’ es bastante común en Canarias.
Según Agustín Pallarés, a principios de 1537 unas naves españolas con destino al Nuevo Mundo fueron abordadas en aguas de Lanzarote por unos buques franceses que raptaron a las mujeres y las retuvieron durante unos días, hasta que las abandonaron por esta zona. Según el historiador, la localidad tomaría el nombre del suceso relacionado con la desdichada suerte de estas mujeres.
Órzola, en el extremo norte
A Órzola se va por gusto o para coger alguno de los barcos que realizan la travesía hasta La Graciosa. El pueblo situado más al norte de Lanzarote es un tranquilo asentamiento célebre por sus restaurantes, que atraen a quienes gustan de sentarse a saborear un plato de pescado junto al puerto. De antigua tradición marinera y con 300 habitantes, su muelle data de finales de los años cincuenta del siglo pasado y surgió de la necesidad de crear un embarcadero para comunicar Lanzarote con las islas e islotes del Archipiélago Chinijo.
Sobre el origen del vocablo, Agustín Pallarés sostiene que es de procedencia italiana, impuesto en honor de algún barco así llamado cuando los navegantes genoveses surcaron estas aguas en el siglo XIV. Tal nombre sería el equivalente al castellano Úrsula, en referencia a la santa del mismo nombre.