ANÁLISIS
Del footing al running, los lanzaroteños van al trote
Es barato y se practica en la calle. La actividad deportiva que consiste en correr con velocidad moderada al aire libre siempre ha estado entre nosotros, pero se llamaba footing. Ahora, con la fiebre del running, cada vez más los lanzaroteños van al trote.
Siempre ha habido personas que dan la sensación que se dirigen a alguna parte, yendo deprisa seguramente para tratar de escapar de los pensamientos. Andar mucho y ligero, trotar o correr también puede obedecer a prescripción médica, pero el gusto por hacerlo es lo que se ha extendido con rapidez en los últimos tiempos. Nos encontramos, sin duda, ante un fenómeno que excede en mucho el ámbito del deporte.
Desde hace unos años la práctica del footing, primero, y del running, ahora, se ha convertido en algo más que una moda. Es lo que, de toda la vida, se ha llamado salir a correr, sólo que hoy aumenta sin cesar el número de personas que practica este deporte al aire libre. Entre otras razones porque ayuda a ordenar la actividad mental, propicia las relaciones personales y ofrece múltiples beneficios para la salud.
“Se puede practicar a cualquier hora, es barato y basta con calzarse unas zapatillas y salir a la calle a correr”
Su explosión obedece a una lógica aplastante. Se puede practicar a cualquier hora, es barato y basta con calzarse unas zapatillas y salir a la calle a correr. En paralelo, esta forma de relacionarse con el cuerpo, la mente y sus sensaciones está propiciando el desarrollo de una industria especializada en hacer de este deporte algo único. ¿O era al revés?
El caso es que han aparecido nuevas tiendas especializadas y secciones destinadas al running en los establecimientos existentes, mientras proliferan las carreras en las ciudades y sus entornos, todo tipo de productos e incluso aplicaciones móviles. Los usuarios se equipan cada vez mejor para oxigenar el cuerpo y la mente, elevar el colesterol bueno, aumentar la capacidad pulmonar y adelgazar. Cuatro en uno.
Pero no todo es ponerse unas zapatillas, echarse a correr y, mucho menos, participar en carreras a ciertas edades, o cuando el organismo no está habituado a la práctica deportiva. Como todo en la vida, hay que tener en cuenta algunas pautas para evitar efectos perjudiciales.
“La llamada ‘avenida del colesterol’ y los crecientes tramos peatonales en el litoral son una clara invitación a trotar junto al mar”
La primera pauta es ir poco a poco, realizando los estiramientos adecuados antes y después de la carrera para prevenir lesiones. Correr suevamente también evita lesiones en las rodillas. Los pulsómetros están al alcance de cualquiera y ayudan a seguir nuestro propio ritmo cardiovascular. Por lo demás, hidratarse bien y alimentarse adecuadamente nos ayudarán a sentirnos cada vez mejor.
Salir a trotar a diario puede convertirse en una sana rutina que puede dar paso, o no, a participar en diversas competiciones con el saludable propósito de sentir lo límites del cuerpo y la mente. Trazarse la meta de culminar un maratón son palabras mayores. Mientras tanto, la llamada “avenida del colesterol” y los crecientes tramos peatonales existentes en el litoral son una clara invitación al paseo, a circular en bicicleta y a trotar a la orilla del mar.