CENTROS TURÍSTICOS
A licitación el equipamiento tecnológico de la Casa-Museo del Campesino

La iniciativa servirá para poner en valor los usos y costumbres asociados a la vida rural y crear, así, un nuevo concepto de museo.
Los Centros de Arte, Cultura y Turismo han sacado a licitación la contratación del equipamiento tecnológico de la Casa-museo del Campesino, una iniciativa encaminada “a recuperar y poner en valor los usos y costumbres asociados a la vida rural en Lanzarote y crear, así, un nuevo concepto de museo capaz de generar experiencias interactivas con el visitante”.
El procedimiento se ha articulado en torno a dos ejes. El primero de ellos hace referencia a la creación, gestión, montaje y puesta en marcha del hardware, software y el equipamiento tecnológico necesario. En segundo refiere la producción de los contenidos digitales necesarios para explicar un nuevo concepto de museo, que se estructurará en torno a la arquitectura, la vivienda tradicional, el cuarto de aperos y los sistemas agrícolas y La Geria-El Jable.
Hortensia, artesana de la empleita; Benigna, alfarera, y Carmelo, camellero, son tres personajes de ficción encarnados por actores que serán los responsables de mostrar al visitante las singularidades de la vida rural en Lanzarote mediante el uso de las nuevas tecnologías. El presupuesto global de esta licitación asciende a 216.195 euros.
Hortensia habría nacido en Haría en el año 1913. Casada muy joven, y madre de tres hijos, aprendió de su madre los secretos de la empleita. Benigna es un poco más joven. Presumiblemente, nació en 1920 en Yaiza. Aprendió la técnica de la alfarería de su abuela, antes de casarse con un vecino camellero. Carmelo, por su parte, es del norte de Lanzarote, del municipio de Haría, donde creció ayudando a su padre con los camellos.
Caracterizados atendiendo al período histórico en el que vivieron, Hortensia, Benigna y Carmelo aproximarán al visitante a la realidad de la vida en el campo lanzaroteño desde su perspectiva particular, pero también de forma general al compartir muchas de sus labores.
De la mano de Hortensia, Benigna y Carmelo, y mediante un vídeo-wall y tres pantallas táctiles, el visitante podrá adentrarse en el nuevo espacio que la Casa-Museo del Campesino tiene dedicado a la arquitectura insular. Un espacio en el que podrá tomar conciencia de la estrecha relación entre los lanzaroteños y el territorio.
Hortensia, Benigna y Carmelo acompañarán al visitante a lo largo de una visita por una cocina, una sala, un dormitorio y un cuarto de aperos tradicionales articulados en torno a un patio, el elemento vertebrador de las viviendas tradicionales de la isla. Una pantalla táctil en cada una de las tres habitaciones principales de la casa ayudarán al visitante a entender cómo se vivía en la isla a comienzos del siglo pasado.
En el cuarto de aperos, un tótem holográfico 3D y dos pantallas táctiles explicarán el uso de las herramientas. La vid, un lagar, palmeras, una era y un aljibe, entre otros elementos, estarán presentes, asimismo, para recrear, fielmente, la vida tradicional en Lanzarote.
Los anfitriones de la visita a la Casa-Museo del Campesino mostrarán, también, los entresijos de los secretos de dos de los ecosistemas más sorprendentes de la isla. De su mano, y apoyados en distintos soportes tecnológicos, se podrá comprender el proceso creativo del hombre y la mujer del campo lanzaroteño para vencer a las adversidades climatológicas y territoriales, que dio lugar al Jable y a La Geria.