Podrían realizarse unas 7.500 sesiones al año
Radioterapia en la isla, ¿más ajo y agua?
La frecuencia hospitalaria por cáncer en Lanzarote ronda los 5 ingresos por 1.000 habitantes. Muy pronto se tratará al 60% de los pacientes con radioterapia.
Los lanzaroteños queremos un Servicio de Radioterapia, incluso nos hemos manifestado para reclamarlo, pero hasta ahora no ha sido posible. Así que de momento nos ha tocado ajo y agua: a joderse y a aguantarse.
Esta pueril respuesta ofrecida históricamente por el Gobierno de Canarias, aunque aderezada de buenas palabras, retrata mejor que ninguna otra la contestación obtenida por los conejeros cuando hemos reclamado la instalación de un Servicio de Radioterapia. En el pasado, al Gobierno canario le ha dado igual a pesar de que el cáncer es la primera causa de muerte en la isla. Así que hasta que la promesa se haga realidad toca seguir viajando para recibir este tratamiento. Ahora bien, ¿ha estado justificada la negativa del Ejecutivo autónomo? Pues va a ser que no.
Un estudio encargado por la Asociación de Familias Oncohematológicas de Lanzarote (AFOL) concluyó que es conveniente y oportuna la creación de un Servicio de Radioterapia en el Hospital Dr. José Molina Orosa de Arrecife. Se trata de un detallado estudio de viabilidad cuyas conclusiones son demoledoras. Volviendo a lo pueril, si el Gobierno no ha instalado ya un Servicio de Radioterapia es porque no le ha dado la gana, porque nada justifica su negativa.
Si este servicio se emplazara permitiría reducir los costes de los desplazamientos
La demanda del tratamiento de radioterapia existente en la isla es el argumento para su instalación. En el horizonte de 2019, este servicio atendería a 385 pacientes que necesitarán radioterapia externa con equipos de megavoltaje. Su puesta en marcha permitiría acabar con el trato desigual e injusto que, sin razón alguna, sufren los pacientes de Lanzarote en comparación con los de Gran Canaria y Tenerife. Además, si este servicio se emplazara, permitiría reducir los costes directos e indirectos inducidos por el transporte, pernocta y manutención, así como por el acompañamiento al paciente por parte de un cuidador o familiar. Estos serían los costes inducidos por la doble insularidad en el ámbito de la salud.
Además de los costes medibles asociados al desplazamiento a Las Palmas de Gran Canaria para recibir tratamiento de radioterapia, hay otros costes intangibles que también deben ser tenidos en cuenta. ¿Cómo se cuantifica en euros el sufrimiento que para un paciente de la isla supone separarse del entorno familiar por períodos prolongados? ¿Y el desgaste físico y emocional ocasionado por los desplazamientos frecuentes? El desenlace es obvio, ya que la creación de un Servicio de Radioterapia en la isla, adecuadamente coordinado con el existente en el Hospital Universitario Dr. Negrín, solventaría la mayoría de los casos, reduciendo las derivaciones a muy contados casos.
Implantar el Servicio de Radioterapia costaría unos 4,6 millones de euros
Si parece tan sencillo, ¿por qué no se ha hecho? Llegados a este punto aparece la barrera a veces infranqueable del coste económico, que es un argumento que se ha utilizado con demagogia cuando ha convenido. Según el estudio antedicho, implantar el Servicio de Radioterapia costaría unos 4,6 millones de euros. La inversión en obras e instalaciones rondaría los 2,7 millones, mientras que el equipamiento costaría unos 2,9 millones. La plantilla para atender este servicio estaría entre las 9-10 personas. Con este equipo tecnológico y humano podrían realzarse unas 7.500 sesiones de radioterapia al año.
Lo más costoso de la inversión sería la construcción del búnker. Se denomina así al espacio en el que se realizan los tratamientos de radioterapia a los pacientes con cáncer. Un búnker requiere condiciones especiales para evitar que la radiación que emite los equipos salga del recinto y provoque problemas de salud al personal del hospital, a pacientes en espera, acompañantes y público en general que circula en las áreas próximas a los lugares de tratamiento.
En junio pasado, la Consejería de Sanidad anunció la redacción del proyecto para la construcción de un edificio que albergará en su sótano al búnker de la futura unidad de radioterapia y que tiene previsto sacarlo a licitación en el presente 2018. Iría en el Hospital Dr. Molina Orosa. La isla de Fuerteventura ya contempla la construcción de un búnker de oncología radioterápica, dentro del proyecto de ampliación del Hospital General. No sólo AFOL observa a la Consejería de Sanidad.
Radioterapia y cáncer
Se sabe que una de cada dos personas nacidas hoy tendrá un cáncer a lo largo de su vida, y que la incidencia del cáncer sigue aumentando como consecuencia del incremento de la población y de su envejecimiento. Por eso, Lanzarote dispone de Servicio de Oncología Médica, pero carece de recursos para desarrollar radioterapia, por lo que hoy día los pacientes que precisan esta técnica son desplazados a Gran Canaria.
La frecuencia hospitalaria por cáncer en Lanzarote se situó en el año 2015 en 4,32 ingresos por 1.000 habitantes y año cuando en 2011 era de sólo 2,88. Sin embargo, se sabe a ciencia cierta que la incidencia real es mayor, ya que existe un gran número de casos que no dan lugar a ingreso hospitalario en el Hospital Dr. Molina Orosa porque estas personas se desplazan directamente a centros de referencia fuera de la isla.
Por último, se da una tendencia claramente alcista de la hospitalización por cáncer y de los casos en Lanzarote, de lo que se deduce que en el futuro inmediato se tratará al 60% de los pacientes oncológicos con radioterapia.